Decíamos en Hispanidad que a las elecciones del 10 de noviembre se presentan cuatro partidos progres y uno no progre y así lo he manifestado en nuestras minucias radiofónicas (escuche el AUDIO a continuación), donde pasaba revista a las jugosas declaraciones de don Albert Rivera, el pasado fin de semana.

Y sí, aseguraba que el único partido no-progre, con presencia parlamentaria, que se presenta al 10-N es Vox.

Ahora bien, señor Abascal: España unida, ¿por qué y para qué? Porque el sentido último de la unidad de España es su origen cristiano. España será cristiana o no será. Y yo comprendo a los separatistas en una España descristianizada. No compartiré sus tesis pero puedo entenderlas.

Es lo mismo que su alusión (en la entrevistas publicada por La Razón el domingo), un poco tonta, a si en la casa del matrimonio Espinosa de los Monteros-Monasterio manda Iván o manda Rocío. Se trataba de una alusión a un reparto de papeles ideológico: Iván se encarga de la unidad de España y Rocío de la defensa de los principios cristianos.

Pues mire usted señor Abascal: quien manda en su casa me importa un bledo, pero sí quién manda en Vox. Y me gustaría más que en Vox mandara -un pelín más- la señora Monasterio que usted. A doña Rocío le veo con la cosmovisión cristiana mucho más clara que a usted, que a Ortega Smith… o que a Espinosa de los Monteros.

Sí, señor Abascal: si usted se queda en la unidad de España y no explica por qué, estará usted deificando a la patria, estará cayendo en fascismo.

Y por cierto, no olvide que usted debe distinguirse de la progresía, no sólo por una serie de principios morales (el primo de los cuales es que la verdad sí existe) sino en el terreno económico. Así tiene otro espacio inmenso, en defensa de un liberalismo verdadero, aquel que defiende la propiedad privada pequeña, lo más opuesto al capitalismo y al socialismo. El de Vox es el único programa electoral de corte liberal -en economía, que no en filosofía- de cuantos se proponen al electorado.

Unidad de España, ¿en tornó a qué? En torno a los principios cristianos: no hay otra tipo de unidad disponible.

Y luego sí: una historia, una lengua, etc. Pero España es la tierra de María, señor Abascal: España será cristiana o será una piltrafa decadente, que es lo que, me temo, representa hoy en el mundo. Y si no ha entendido usted eso, don Santiago, no ha entendido usted nada.

Mejor sería que en Vox mandara más Rocío Monasterio y menos el fachas de Jiménez Losantos.