José María Aznar ha dicho que el Sanchismo cada día se parece más al peronismo. Se equivoca. Yo creo que el Sanchismo se parece cada día más al bolivarianismo venezolano, mucho más cutre y sin principio alguno.

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Porque Perón era un grandísimo pecador con principios, mientras que Hugo Chávez utilizó los valores como excusa para laminar a quien se le oponga

Objetivo primero: jueces y periodistas no afines

Sánchez es como la historia de una mentira continuada. Asimismo, es el verdugo que constantemente se disfraza de víctima. Y es, por último, un sujeto extraordinariamente peligroso por su osada egolatría, a lo mejor sin él pretenderlo, porque lo único que le preocupa es mantenerse en el poder, camina hacia la conversión de España en una Venezuela... que es exactamente lo que predican todos los venezolanos, hoy en día, legión, que pululan por Madrid huidos del país de Hugo Chávez y Nicolás Maduro y que ejercen de taxista o de 'cabifys' en las calles de Madrid. Ellos repiten siempre lo mismo: "Nosotros empezamos como ustedes, y no imaginábamos donde íbamos a llegar". Pues eso. 

En resumen, España se transforma, día a día más, en Venezuela. Y esto no es un presagio: el autogolpe de Sánchez ya ha comenzado.

Se empieza con los periodistas, se sigue con los jueces y se acaba con el partido único y, lo que es peor, con el pensamiento único

Objetivo primero: jueces y periodistas no afines. Ahora bien, se empieza con los periodistas, se sigue con los jueces y se acaba con el partido único y, lo que es peor, con el pensamiento único. ¿O quizás se empieza por él pensamiento único, proceso que corre paralelo al resto? No lo sé, es cuestión de pensarlo.

La "movilización popular" que le mantuvo en Moncloa fueron 10.000 ancianos traídos en autobús. Gracias a ellos, Sánchez asegura que no dimitió

Y todo ello montado sobre una mentira continua. Asegura Sánchez que lo que le llevó a mantenerse como presidente del Gobierno fue la "movilización popular" que le mantuvo en Moncloa. Pues ya saben, se trató de una manifestación de ancianos traídos desde toda España por las federaciones socialistas, con viaje gratis y bocata para el camino, y aún así, la cosa no llegó a los 10.000 manifestantes. O sea, 10.000 ancianos sin mucho que hacer, traídos en autobús hasta la calle Ferraz para hacer de clá de Marisu Montero: ¡Pedro, quédate!

Y se quedó. Por la movilización popular en su favor, que le emocionó en grado sumo. 

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