
Grupo Renault ha elegido como nuevo CEO al ingeniero francés François Provost (57 años), su actual director de Compras, Alianzas y Relaciones Institucionales. Y ojo, pues tiene una difícil tarea por delante, porque le toca lidiar con el estallido de la crisis del automóvil y con malos resultados semestrales: unas pérdidas de 11.185 millones de euros por culpa de Nissan.
Provost era el candidato que más sonaba para ser el nuevo CEO. Es un hombre de la casa, en la que lleva trabajando 23 años, es decir, desde 2002, y coge el volante este jueves, coincidiendo con la presentación de resultados del primer semestre. De esta forma, Duncan Minto, director financiero, apenas ha estado 15 días como CEO interino y se puso a los mandos para avanzar algunas cifras semestrales y la rebaja de las previsiones anuales, estallando así la crisis del sector de automoción que también se ha hecho patente en otras muchas compañías, como: Stellantis, General Motors, Tesla, Volkswagen y su filial española SEAT S.A., Mercedes-Benz, Nissan y BMW, y entre los que se encuentran algunos de los clientes de Gestamp y CIE Automotive (este último, por ahora no nota dicha crisis).
Minto había asumido el cargo de CEO interino hasta que se eligiera al sustituto definitivo de Luca de Meo, que cinco años después de llegar a Renault ha decidido ‘huir’ a otro sector, el del lujo, para ponerse a los mandos de Kering. Sin embargo, en el lujo tampoco están las cosas para tirar cohetes últimamente... Eso sí, en el fabricante automovilístico francés se ha optado por ascender a alguien de la casa, aunque en las quinielas habían llegado a sonar nombres conocidos en el sector, como el portugués Carlos Tavares (que dejó Stellantis el pasado diciembre) y Wayne Griffiths (que cuenta con nacionalidad británica y alemana, y se marchó sorprendentemente de SEAT S.A. el pasado abril). Además, Renault imita a Stellantis al optar por un hombre de la casa, pues este último ha elegido como nuevo CEO al italiano Antonio Filosa. Eso sí, Stellantis le ha devuelto el golpe que recibió hace cinco años y le ha ‘robado’ a Gilles Vidal para ponerle al frente del diseño de las marcas europeas.
Provost tiene una difícil tarea que afrontar, en plena crisis del automóvil, tras la reducción de previsiones anuales. Como ya avanzó Renault, la cifra de negocios han ascendido un 2,5%, a 27.640 millones; una evolución que a tipos de cambio constantes (sin verse afectado por la devaluación de la lira turca, el real brasileño y el peso argentino, en su caso) sería del 3,6%. Y en esto ha contribuido el hecho de haber vendido 1,16 millones de vehículos hasta junio, un 1,3% más, gracias a los recientes lanzamientos (Bigster, Duster, Symbioz, Renault 5, A290, Grand Koleos, Rafale, etc.), y el efecto positivo de estos seguirá mejorando durante el próximo semestre.

Por su parte, el margen operativo ha pasado de 2.175 millones a 1.653 millones, y en términos porcentuales ya no representa el 8,1% de la cifra de negocios, sino el 6%. Pero con otros ingresos y gastos de explotación en negativo (-10.057 millones) por culpa de Nissan -del que posee un 36% del capital-, el resultado operativo ha caído de 1.898 millones a -8.404 millones. Y el resultado neto también se ha visto fuertemente afectado por la participación en el fabricante automovilístico japonés (el cual cambió de jefe, está en números rojos y hará 20.000 despidos, y a todo esto ahora suma el cierre de la fábrica mexicana de Morelos y la rebaja de previsiones). De hecho, ha pasado de un beneficio neto de 1.291 millones a unas pérdidas de 11.185 millones. Eso sí, sin el impacto de Nissan no habría números rojos, pero habría ganado un 31% menos, pasando de 1.469 millones a 461 millones.
El fabricante automovilístico francés seguirá reduciendo costes y transfiriendo parte de estos beneficios a sus clientes, lo que le permite reforzar su competitividad ofreciendo vehículos atractivos en términos de precio y contenido, al tiempo que compensa las exigencias normativas. Eso sí, tras haber obtenido buenos frutos en los últimos cinco años con la estrategia que lanzó De Meo (la ‘Renaulution’, que priorizaba el valor frente al volumen de ventas), ahora Provost debe liderar otra nueva... y ver qué hacer con la participación en Nissan.












