
Luca de Meo ha cumplido 58 años hace tres días y se ha querido regalar un cambio de aires. Este directivo nacido en Milán, que prima y cuida la vidafamiliar, ha decidido cambiar de sector... y pasará de conducir el volante de Renault a tomar las riendas del conglomerado francés de lujo Kering (el dueño de Gucci, Balenciaga, Saint Laurent y Bottega Veneta, entre otras firmas).
Licenciado en Administración de Empresas, es más conocido por su trayectoria profesional que por su vida familiar, que ha logrado mantener con una gran discreción. Esta casado con Silvia Goracci y tiene dos hijos gemelos, pero se desconocen sus nombres y sus edades. Vive en Barcelona, evita asistir a cenas de trabajo y reuniones fuera del horario laborar para poder pasar tiempo con su familia (algo que no es muy común entre los altos ejecutivos) y se ha rodeado de un círculo social afín en la Ciudad Condal que se compone principalmente de compatriotas italianos. Es coqueto en el estilo de vestir, tiene un gran sentido del humor y le gusta la música electrónica y el fútbol (en especial, sigue a la Juventus de Turín y al Fútbol Club Barcelona). Además, habla varios idiomas: italiano, inglés, francés, alemán, español y catalán.
De Meo está muy bien considerado en el sector del automóvil, donde cuenta con una trayectoria profesional de más de 33 años. Su atracción por los coches surgió a los siete años, cuando vivía con su familia en Costa de Marfil y se montó en el Lancia Fulvia de un piloto de Fiat que se alojaba en su casa. Es licenciado en Administración de Empresas por la Università Commerciale Luigi Bocconi de Milán y dedicó su tesis de final de carrera a la ética en la empresa, siendo una de las primeras que se realizó en su país sobre dicho tema.
“Además de ser un capitán excepcional de la industria, Luca de Meo es también un hombre creativo, comprometido, apasionado y apasionante”, subraya el presidente de Renault, el francés Jean-Dominique Senard
A los 25 años empezó su recorrido profesional en el sector del automóvil, con su incorporación al grupo francés Renault. Su viaje continuó en 1998 por el japonés Toyota (en concreto, a la filial europea); y de ahí al italiano Fiat en 2004, dedicándose a las marcas Lancia, Fiat y Alfa Romeo, y a la recuperación de Abarth; y en 2009 pasó al grupo alemán Volkswagen, en concreto, a la marca Audi, y después, en 2005 cogió el volante de la filial española, SEAT, logrando no sólo dar la vuelta a sus resultados, sino registrar varios récords de cifras, y también logró crear la marca premiumCupra y apostar por la innovación y la electromovilidad. Claro que en enero de 2020 (antes de que estallará el Covid-19 en todo el mundo), sorprendió con un nuevo giro y anunció su vuelta a la primera empresa del sector del automóvil en la que trabajó el 1 de julio, para dar la vuelta a los resultados y poner en marcha una nueva estrategia (que se denominó ‘Renaulution’ y priorizó el valor sobre el volumen). Y ahora, casi cinco años después, se puede decir que ha conseguido esos objetivos.
“Durante cinco años, Luca de Meo ha trabajado para devolver a Renault Group al lugar que le corresponde. Bajo su dirección, nuestra empresa ha vuelto a una base sana, con una magnífica gama de productos y una vuelta al crecimiento”, ha señalado su presidente, Jean-Dominique Senard (72 años). “Además de ser un capitán excepcional de la industria, Luca de Meo es también un hombre creativo, comprometido, apasionado y apasionante”, ha añadido, agradeciéndole “todos estos años y todos estos retos colectivos superados con éxito.
“Llega un momento en la vida en el que sabes que tu trabajo está hecho. En Renault Group, ¡hemos asumido retos enormes en menos de cinco años! Hemos hecho lo que muchos creían imposible. Hoy, los resultados hablan por sí solos: los mejores de nuestra historia. Un equipo fuerte. Una organización ágil. Y un plan estratégico listo para ofrecer la próxima generación de productos. Por eso he decidido que ha llegado el momento de dar el relevo. Dejo una empresa transformada y con visión de futuro, para poner mi experiencia al servicio de otros sectores y otras aventuras”, ha afirmado De Meo. “Dirigir Renault Group ha sido un privilegio. Una aventura humana e industrial única en la vida. Por ello, siempre estaré agradecido a los hombres y mujeres de esta empresa - los «Renaulutionarios» - por su pasión, su compromiso, su convicción... Ellos son los verdaderos motores. También quiero dar las gracias a Jean-Dominique Senard por haberme elegido hace unos años, por su apoyo y confianza, y al Consejo de Administración por creer en nuestros planes. Y lo mejor está aún por llegar...”, ha apostillado. Unas palabras que no son baladí, al conocerse el volantazo que va a dar a su trayectoria profesional al cambiar de sector y pasar de llevar el volante de Renault a dirigir Kering, el conglomerado de lujo francés que hasta ahora (y desde 2005) tiene como CEO a François-Henri Pinault (63 años), hijo del fundador (François Pinault) y que está casado con la actriz mexicana Salma Hayek.
Lógicamente, el volantazo de De Meo no ha gustado de la misma forma a los mercados, y por ende, a los inversores. La cotización de Renault cae un 7%, mientras la de Kering se dispara un 11%. Y por cierto, no hay que olvidar que el directivo italiano pasará de dirigir un grupo que cuenta con una capitalización bursátil de unos 11.800 millones de euros a uno que vale en bolsa unos 23.900 millones, casi el doble. Ahora la incógnita es ¿quién será el nuevo CEO del grupo automovilístico francés? No hay que olvidar que Carlos Tavares dejó el volante de Stellantis el pasado diciembre... y aún no se le conoce nuevo destino, y Wayne Griffiths dejó sorprendentemente de estar al frente de SEAT y tampoco tiene nuevo puesto laboral, por ahora.
Y en Kering, De Meo tendrá tarea por hacer, porque los números no van bien, como se pudo ver en los resultados de 2024.