
En plena época de presentaciones de resultados del primer semestre, decíamos que la crisis del automóvil había estallado, después de llevar bastante tiempo dando muestras. Así se ha visto en las cifras que han adelantado Renault y Stellantis, pero también se constatan al otro lado del océano Atlántico al conocerse las de General Motors. Y ojo, porque la citada crisis se agrava por los aranceles, por ahora, con los de EEUU, pero ya se sabe que habrá más aranceles, como: los acordados entre el país que preside Donald Trump y Japón, los de Canadá y probablemente los de la UE -que ya los puso a la importación de vehículos eléctricos chinos-, y otros países.
Un escenario que al fabricante automovilístico estadounidense no le está siendo favorable, y no pierdan de vista que el año 2024 tampoco fue bueno. Entre enero y junio, ha estancado sus ingresos, pese a vender más vehículos, y ha ganado un 20% menos que hace un año. En dicho periodo, con los aranceles de EEUU ha sufrido un impacto de unos 1.000 millones de dólares (unos 938 millones de euros) y ojo, porque estima que este será de 4.000-5.000 millones de dólares (3.410-4.263 millones de euros) para el conjunto del año, por lo que ya piensa en ajustes en los procesos de fabricación y en una política de precios ‘coherente’ en Norteamérica (con subidas del 0,5%-1%)... para intentar contener, al menos, un 30% del impacto.
Los ingresos semestrales de General Motors (dueño de las marcas Chevrolet, Cadillac, GMC, Hummer y Buick) se han estancado en unos 77.707 millones de euros (+0,2%), frente a la cifra récord obtenida hace un año, a pesar de que las ventas de vehículos han pasado de 1,29 millones de unidades a casi 3 millones de unidades. Además, sólo en el segundo trimestre, la facturación ha decrecido un 1,8%, a 40.176 millones, aunque las ventas han subido un 6%, a 1,53 millones de vehículos, y que no sólo superan las de hace un año sino también las del primer trimestre (1,44 millones de vehículos)
Por su parte, el beneficio operativo (ebit) ha caído un 31,6%, a 2.558 millones. El beneficio neto semestral ha bajado un 20,9%, a 3.990 millones, por culpa de la política arancelaria de Trump. En dicho desplome ha influido bastante la caída del 35,4% en el segundo trimestre, hasta 1.616 millones, y que ha superado la registrada en el mismo periodo del año anterior (-25%) cuando aún no había aranceles. “Nuestros resultados del segundo trimestre reflejan el entorno desafiante en Norteamérica, pero mantenemos nuestra guía para todo el año, ya que esperamos un rendimiento mejorado en la segunda mitad”, ha subrayado Mary Barra, presidenta y CEO de General Motors. Eso sí, a pesar de mantener las previsiones anuales, los inversores parece que desconfían, pues la cotización ha caído un 8%.












