Ferrari es la única excepción, por ahora, en la gran crisis del automóvil que ha estallado y ya ha frenado a muchos fabricantes y marcas (Renault, Stellantis, General Motors -GM-, Tesla, Volkswagen, SEAT S.A., Mercedes-Benz, Ford, BMW, Nissan, Volvo Cars, Volvo Group…). Al fabricante italiano de coches deportivos de alta gama le ha ido bien en el primer semestre y mantiene sus previsiones anuales, no como la marca de coches deportivos Porsche, que pertenece al grupo alemán Volkswagen, que sí ha rebajado sus pronósticos anuales.
Ferrari está controlado por la familia italiana Agnelli, a través de su vehículo inversor Exor, y le va mejor en resultados económicos que en Fórmula 1 (en constructores ocupa la segunda posición, 268 puntos por debajo de McLaren; y con sus pilotos, Charles Leclerc y Lewis Hamilton, en los puestos quinto y sexto). Los ingresos de Ferrari en el primer semestre han crecido un 9%, a 3.578 millones de euros, tras vender 7.087 coches; el beneficio bruto de explotación (ebitda) ha ascendido a 1.402 millones (+10%); el beneficio operativo (ebit) ha subido un 15%, a 1.094 millones; y el beneficio neto ha aumentado un 9%, a 837 millones. Ante tan buenos resultados, ha mantenido sin cambios sus previsiones anuales, a pesar del desafiante contexto y de la incertidumbre de los aranceles.
Cabe referir que en Exor está al mando John Elkann, el tataranieto de Giovanni Agnelli (uno de los fundadores de la empresa automovilística italiana Fiat junto a otros empresarios del Piamonte) y que este vehículo de inversión no sólo es el primer accionista de Ferrari, sino también de Stellantis, CNH Industrial e Iveco. Estos tres últimos fabricantes automovilísticos sí han notado la crisis del sector. En el caso de Stellantis (que ha elegido a Antonio Filosa como nuevo CEO, tras la marcha de Carlos Tavares el pasado diciembre), los ingresos semestrales han bajado y ha registrado pérdidas de 2.300 millones por varios factores, incluidos 300 millones por culpa de los aranceles de EEUU,… y ojo, porque prevé que el impacto de estos últimos alcance los 1.500 millones en el conjunto del año. En el caso de CNH Industrial, que se dedica a vehículos agrícolas, se han registrado descensos de ingresos (-14%), márgenes y beneficio neto (-46%) en el primer semestre. Y en Iveco, que en enero de 2022 se escindió de CNH Industrial y salió a bolsa, se han revisado las previsiones anuales, tras menores ingresos (6.807 millones, un 6,5% menos), resultado operativo (302 millones, un 39% menos) y beneficio neto (143 millones, un 15,8% menos) hasta junio. Además, Iveco ya sólo se quedará con camiones, tras haber vendido sus furgonetas a la india Tata Motors por 3.800 millones para crear un gigante de vehículos comerciales y haber vendido sus blindados (el negocio Iveco Defence) a la italiana Leonardo y la alemana Rheinmetall por 1.700 millones (un acuerdo en el que también podría entrar la española Indra en un futuro).
La gran crisis del automóvil estalló hace poco más de dos semanas, cuando Renault rebajó sus previsiones anuales y se hundió en bolsa (-18%), arrastrando a otros muchos colegas de sector. Tras esto, la crisis del sector se ha hecho patente en los resultados de Stellantis, General Motors, Tesla, Volkswagen y su filial española SEAT S.A., como hemos ido viendo, pero no han sido los únicos afectados.
El grupo alemán Mercedes-Benz también ha rebajado sus previsiones y ha anticipado que hará ajustes, tras ingresar 66.377 millones (-8,6%) en el primer semestre por las menores ventas de turismos y furgonetas (de las que parte se fabrican en su planta española, situada en Vitoria), y ver hundirse su ebit un 40,7%, a 4.534 millones, y el desplome de su beneficio neto en un 55,8%, a 2.688 millones.
En el caso del estadounidense Ford, los ingresos se han mantenido (78.881 millones, un 0,2% más) hasta junio, gracias a elevar las ventas un 6,6%, a 1,1 millones de unidades. Sin embargo, el ebit ajustado ha caído un 41,8%, a 2778,6 millones; y el beneficio neto se ha hundido un 86,2%, a 378 millones. Y ojo, porque espera un fuerte impacto de los aranceles de más de 1.700 millones.
El grupo alemán BMW no ha sido una excepción entre sus compatriotas, pues los ingresos del primer semestre han bajado un 8%, a 67.685 millones, tras estancar las ventas de vehículos (-0,5%) y reducir las de motos (-6,3%). El grupo que es dueño de las marcas BMW, Mini y Rolls-Royce ha tenido un resultado operativo de 5.803 millones (-26,8%) y un beneficio neto de 4.015 millones (-24%). Eso sí, ha mantenido sus previsiones anuales sin cambios.
Y desde más distancia, Nissan ha empezado su ejercicio fiscal con un primer trimestre (abril-junio), tras cambiar de líder, anunciar 20.000 despidos y reducción de número de plantas y de producción después de un mal año fiscal con pérdidas milmillonarias. Su situación ha afectado muy negativamente a los resultados semestrales de Renault, con unos números rojos de 11.185 millones. Entre abril y junio, los ingresos del fabricante automovilístico japonés han bajado un 9,7%, a 15.824 millones, con menores entregas (707.000 unidades en total); y el resultado operativo ha sido negativo (-462 millones) y el resultado neto ha arrojado unas pérdidas de 677 millones. Además, no ha dado previsiones para el ejercicio por el impacto de los aranceles.
Tampoco han sido buenos los resultados semestrales de Volvo Cars (turismos) y Volvo Group (camiones y maquinaria), antes fabricantes suecos y ahora controlados por el chino Geely. El primero tuvo récords en 2024 que ha olvidado en el primer semestre de este año, con menores ingresos (15.523 millones, un 10% menos) y ventas (340.800 unidades, un 16% menos), así como reducción de ebitda (-36%, a 1.355 millones por costes de reestructuración dentro del descenso de 3.000 empleos y el ahorro de costes puesto en marcha) y pérdidas operativas (-704 millones) y netas de 626 millones por los aranceles de EEUU y el retraso del modelo eléctrico EX90. Y en el caso de Volvo Group, los ingresos han bajado un 9,8%, a 21.642 millones, tras menores ventas (101.597 unidades, un 11% menos), al tiempo que el ebitda se ha reducido un 31%, a 1.193 millones, por la lenta transformación hacia el ensamblaje de vehículos pesados electricados; y el resultado neto ha caído un 40%, a 1.530 millones.
Claro que la crisis del automóvil no sólo la están notando los fabricantes automovilísticos, sino los fabricantes de componentes, como Gestamp. Eso sí, no le sucede igual a CIE Automotive.
Y España se libra, por ahora, del gran estallido de la crisis del automóvil: las matriculaciones de turismos suben un 14,3%, a 708.139 unidades, según los últimos datos de la Asociación Nacional de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac). Eso sí, entre los crecimientos más fuertes siguen estando los de las marcas chinas, a pesar de los aranceles que impuso la Unión Europea a la importación de vehículos eléctricos del gigante asiático el pasado otoño, destacando a: MG, con 29.197 turismos (+60,4%), y que permanece entre las diez más vendidas de nuestro país; BYD, con 12.354 (+738%); Omoda, con 7.344 (+118%); Jaecco, con 5.176; Evo, con 744 (+212,6%); y Dongfeng, con 127 (+12.600%).
Por quinta vez en lo que va de año, el mercado automovilístico se ha situado en torno a 100.000 ventas mensuales, con 98.337 unidades (+17,1%), gracias alza de las ventas de turismos electrificados (híbridos enchufables -entre estos destaca BYD- y 100% eléctricos) y el impulso adicional en la zona DANA por el Plan Reinicia Auto+. En todo caso, respecto a 2019, la diferencia de matriculaciones es del 14%.
Por su parte, las ventas de vehículos electrificados mantienen un ritmo ascendente al subir un 152,5% en julio, con 22.898 unidades, que supone el 19,28% del mercado total, según los datos de Anfac. En lo que va de año, la cifra alcanza las 134.063 unidades electrificadas vendidas, lo que supone una mejora del 92% y representa el 15,94% del mercado total. No hay que olvidar que los híbridos no enchufables siguen siendo los preferidos, frente a híbridos enchufables y 100% eléctricos, que aún son muy caros y falta infraestructura de recarga.














