La anécdota es tan buena que probablemente sea falsa. Aseguran que, en cierta ocasión, preguntaron al artífice de la unificación alemana, Otto von Bismarck, cuál era el país más fuerte de Europa. "España, respondió el canciller, porque ha sido capaz de subsistir como nación a pesar de su clase dirigente.
Probablemente algo parecido habría que decir sobre Indra, la tecnológica cotizada de defensa que el martes 23 presentaba sus resultados.
Los hermanos Escribano pretenden hacer a José Vicente de los Mozos el responsable de la operación abyecta: la compra de EME por Indra. No es justo
Como en tantas otras compañías españolas, la clave está en si Sánchez seguirá en Moncloa o caerá. Oiga, ¿y puede un país vivir en esa incertidumbre? Al parecer, España es una nación fuerte y sí que puede aunque desconozco a qué coste: ¡Márchese, señor Sánchez!
Veamos: los resultados de Indra durante el primer semestre del año sólo pueden calificarse de positivos. Duplicar el beneficio y aumentar los pedidos no hace más que dispara su valor en bolsa. Pero no se fíen en exceso de los inversores y analistas bursátiles, que no ven en la empresa más que un elemento que cotiza, siempre en busca de una plusvalía pronta.
En resumen, buenos resultados en el primer semestre pero bajo la misma perspectiva: ¿está Indra preparada para responder al aumento de gasto en defensa? Es posible, pero hay que correr, ahora mismo falta tecnología y capacidad industrial.
Ojo, no estoy criticando el protagonismo de Indra en el rearme industrial español. Además, aplaudo con la dos manos la decisión de Pedro Sánchez, una de las pocas buena que ha tomado este desastre monclovita en siete años de Gobierno, de romper con Airbus y convertir a Indra en el paladín español del bazar de las armas, para que, al menos, tengamos un campeón nacional. Por ello, Sánchez se enfrentó a Airbus e hizo muy bien en enfrentarse.
No, lo que digo es que el reto del CEO, José Vicente de los Mozos, es que Indra pueda cumplir con los pedidos que se le acumulan sobre la mesa.
Otrosí, vender la división de tarjetas, como se aventuró en la presentación de resultados del martes, realizada por Ángel Escribano y José Vicente de los Mozos, puede ser un error, por cuanto es un negocio no muy grande pero imbricado en el conjunto de Minsait. Desgajar los medios de pago, no supondrá mucha ganancia y sí deslavazará el entramado Minsait, a día de hoy el gran soporte de la cuenta de resultados.
Otra cosa sería vender Indra-BPO, los programadores de la empresa que se subcontratan a terceros para gestión administrativa, laboral, etc. Bien, eso no deslavaza nada pero conste que su rendimiento es menor y que, probablemente, habrá que ofrecerla a coste mínimo. Ojo: que, además, BPO tiene una plantilla muy abultada.
Buenos resultados durante el primer semestre pero bajo la misma perspectiva: ¿está Indra preparada para responder al aumento de gasto en defensa? Es bueno y posible, pero hay que correr mucho
Pero lo importante en Indra sigue siendo la operación abyecta y yo creo que innecesaria: la que tiene dividido al Consejo, la compra de EME, propiedad de los hermanos Ángel (presdiente de Indra) y Javier Escribano, por Indra. Para entendernos: los hermanos Escribano pretenden hacer a José Vicente de los Mozos el responsable de la operación abyecta: la precitada compra de EME por Indra, cuando de lo que debería estar pendiente el CEO, insistimos, es de que INDRA pueda cumplir con los pedidos que se le acumulan sobre la mesa y de que se cumplan esos pedidos. Una ecuación difícil de solventar, porque el problema de la operación es el presidente, en un clarísimo caso de conflicto de competencias.
Por lo demás, Indra va como una moto, como un moto de verdad, no como la economía española, pero tiene más presente que futuro o, al menos, tiene mucho más claro el presente que el futuro.
También en su dimensión política. Entiéndase ni los Escribano son socialistas ni De los Mozos es del PP, pero aquéllos tienen buenas relaciones con Moncloa, ahora mismo un tanto deterioradas por el no entendimiento entre Ángel Escribano y Manuel de la Rocha, y De los Mozos se entiende mejor con el Partido Popular de Núñez Feijóo, a quien le vendió su casa en Galicia, por cierto.
No insisto más porque ese escenario puede no suponer nada... pero puede suponerlo todo.
Diré más: en Indra, como tantas otras empresas españolas, la clave está en si Sánchez seguirá en Moncloa o caerá. ¿Puede un país vivir en esa incertidumbre? Insisto: al parecer, España es una nación fuerte.












