Repsol se ha disparado en bolsa (+13,2%) este martes, frente a un Ibex que ha subido ligeramente por encima del 1% (+1,11%). Y parece que varios han sido los motivos: dos importantes descubrimientos de petróleo en México que anunció el pasado lunes una hora después del cierre de mercado; haber superado las previsiones de beneficio de los analistas, pese a que ha sido un 38% menor al del primer trimestre de 2019; y la confirmación de que el dividendo será de 1 euro este año.

Precisamente, en la conferencia con analistas, el CEO de la energética, Josu Jon Imaz, ha señalado que la remuneración al accionista será “una prioridad” en el nuevo Plan Estratégico, el cual se iba a conocer este martes, pero que la pandemia del coronavirus ha retrasado: habrá que esperar a finales de año o principios de 2021. Asimismo, ha subrayado que no se dudaría en recortar la producción si fuera necesario para preservar el efectivo de la compañía o garantizar la retribución al accionista: ahora prevé que esta baje entre un 8% y un 11% este año, hasta entre 650 o 630 millones de barriles de petróleo, dependiendo de lo que dure la interrupción en Libia, y podría rebajar en países donde no se cubran costes (EEUU, Canadá, Trinidad y Tobago, Argelia, Bolivia, Perú o Malasia).

La energética prevé que su producción baje entre un 8% y un 11% este año, hasta entre 650 o 630 millones de barriles de petróleo, dependiendo de la interrupción en Libia

Imaz ha señalado que se hará todo el esfuerzo para que Repsol mantenga su “solidez” financiera, aunque el grupo está “mejor preparado” que otras compañías, pues tiene una menor dependencia del precio del barril de petróleo. Eso sí, no hay que olvidar que el precio de Brent (de referencia en Europa) ha bajado un 21% en el primer trimestre y el de West Texas (de referencia en EEUU), un 17%. Un contexto complicado que también vive el gas: el precio del Henry Hub ha caído un 36% y el del Algonquín se ha desplomado un 56%.

El estado de alarma y confinamiento han hecho que la demanda de carburantes tuviera una caída media del 57% en abril, que ha sido un mes “dramático”. La energética cuenta con unas 3.400 estaciones de servicio en España y prevé que la caída sea de entre el 45% y el 50% en mayo, mientras que en junio será del 25%, una cifra con la que el negocio comercial ya sería rentable, según Imaz, pues aunque bajarán los desplazamientos por el aumento del trabajo, también habrá más uso del vehículo privado frente al transporte público.