• Un 69,94% de los accionistas que votó lo hizo en contra de los sueldos en 2016.
  • Lo nunca visto, con un 1,39%, una abstención del 28,68% y una presencia de 20,2%.
  • Retumbaba el despilfarro de la etapa Benjumea y el cobro de 32 millones por los consejeros.
  • Los sueldos han cambiado: Urquijo cobró 1,08 millones y el consejo, 1,6 millones.
  • Otra cosa es el plan de incentivos para retener y fidelizar a su personal clave, que contempla hasta 2,62 millones.

La remuneración del presidente de Abengoa, Gonzalo Urquijo (en la imagen), fue de 1,08 millones en 2017, lo cual está dentro de la lógica económica de la negociación con los acreedores y el plan de reestructuración de una empresa en situación crítica. Llama poderosamente la atención, sin embargo, el amplio rechazo entre los accionistas que asistieron a la junta, de casi el 70%, algo nunca visto, a la política de remuneraciones en 2016. Claro que eso entra dentro de otra, la del accionista, que vio cómo el valor de sus acciones se había evaporado tras la ejecución del plan. Recuerden el pánico que generó la deserción de los bancos. Así consta en el documento sobre remuneraciones remitido a la CNMV, un clásico en forma de envío -el informe anual- por el por el que pasan todas las cotizadas. El rechazo en la junta de 2017, en concreto, fue del 69,94% de los accionistas. Sólo apoyó el 1,39% y se abstuvo el 28,68%. Inevitable decir que sólo votó el 20,20%. O sea, más grave todavía. No es gratuito, como quien dice, el despilfarro que reinó en Abengoa en años previos a la gran crisis, cuando los consejeros se repartían millones, como en 2015 (32, en concreto), cuando un año antes había recibido 15 millones. Era en plena crisis, cuando la empresa se precipitaba en preconcurso de acreedores. Gonzalo Urquijo, de hecho, impuso un consejo más reducido, frente a la desproporción de la etapa Benjumea. El sueldo de Urquijo, por lo demás, se reparte entre el millón pactado (como la indemnización en caso de extinción de contrato), a lo que se añadieron 80.000 euros en dietas. Otra cosa es el plan de incentivos, pensado para retener y fidelizar a su personal clave. En concreto, beneficiaría a 125 directivos de ellos, con hasta 2,62 millones hasta 2020. El conjunto de remuneración a los consejeros en 2017 fue de 1,64 millones de euros, frente a los 251.000 euros, un año antes. Rafael Esparza