Hace un año un caso de inquiokupación conmovió a muchos españoles, eran Blanca y Miguel, un matrimonio con un piso alquilado a una familia marroquí en Fuenlabrada. El matimonio fue convencido por una ONG, que les dijo que firmaran un contrato de un año de alquiler a unos supuestos refugiados. Pronto llegaron los problemas y, durante cinco años no recibieron el alquiler. Con casi 80 años, ambos están enfermos, Blanca padece un cáncer y Miguel tiene párkinson, a lo que había que sumarle ataques de ansiedad, pánico y miedo, por la situación que estaban viviendo y de la que les ayudo a salir Desokupa, que actuó para desalojar la vivienda. 

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Al drama de la inquiokupación, esos inquilinos que dejan de pagar el alquiler y se convierten en okupa, hay que sumarle una nueva modalidad: los inmigrantes o refugiados okupas, que escudados y con el apoyo de una ONG, alquilan pisos y dejan de pagar. 

Una situación que afecta a muchos propietarios de Zaragoza con los que ha hablado OKDIARIO, que señala a la ONG fundación Apic-Acam. Esta fundación, aclaran, "gestiona programas internacionales de acogida a personas refugiadas" y niegan al medio "tener responsabilidades", a pesar de ser ellos los encargados de gestionar los arrendamientos y convencer a los propietarios. 

Lorena, que es una de las afectadas, lo califica de "estafa" y acusa directamente a la ONG por no ayudarles a solucionar el problema. Asegura que se han desentendido porque "salieron del programa" de ayuda.  "A mí la asociación me engañó, alquilé mi piso a un refugiado y ahora se ha vuelto un refugiado okupa", "Después del primer año, la refugiada me dejó de pagar y así llevo seis años. La fundación Apic Acam se excusó diciéndome que esta refugiada no quería trabajar y que el problema pasaba a ser mío". "Si este tipo de personas no quieren trabajar, ni salir adelante, lo que tendría que hacer Apic Acam, es acompañarnos como nos dijeron, hasta que ella se vaya de mi piso". "Esta persona se declara vulnerable, pero no es justo porque, en seis años, si no ha trabajado ni ha salido adelante, y no es autosuficiente, es porque realmente no quiere".  "Me acordaré toda la vida de las palabras textuales que la fundación Apic-Acam me dijo sobre los refugiados: ‘Vamos a ir contigo de la mano para ayudar a esta persona’, y a mí me pareció súper bien".

El medio también habla con dos hermanos, José Manuel y Eva, quienes alquilaron su casa cuando su madre enfermó para hacer frente a los gastos: "Nos requirieron el piso con celeridad, para ya, y nos pusimos a ello. En cosa de dos días, lo dejamos listo para poderlo alquilar. En el momento de la firma, se presenta el comercial de la inmobiliaria, con una trabajadora de Apic-Acam, Yolanda Salas, y los refugiados sirios". "A la hora de firmar el contrato, nos dimos cuenta de que la fundación no figura en ningún momento en el contrato, y así lo expresamos, pero el propio comercial de la inmobiliaria nos dice que no hay ningún problema, que lleva años trabajando, y nos asegura que la fundación responde de cualquier problema que puede haber". "Al final, quienes estamos haciendo la labor social somos nosotros, a costa de nuestro tiempo y nuestra propiedad, no esta fundación". "Evidentemente, si no hay una fundación, este tipo de personas no encontrarían una casa, puesto que vienen aquí, con otra cultura, con otro idioma, sin trabajo, con hijos…, nadie les alquilaría la casa. ¡En qué cabeza entra que si nos llegan a informar que esta situación podía darse íbamos a alquilar el piso!", "Ni nosotros ni nadie, porque hay más afectados como nosotros". "No tenemos respuesta ni a nivel de la fundación ni tampoco institucional. Estamos totalmente desamparado", "Les buscamos una opción habitacional en otro municipio y trabajo, pero declinaron. Nos dijeron que estaban bien en nuestra casa y que no se movían"

En ambos casos según han informado se fijó una fecha de desahucio en 2020, y justo Sánchez y sus socios aprobaron el decreto antidesahucio, que como hemos relatado en Hispanidad, sigue vigente y protegiendo al okupa. 

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Pero ya lo aclara Irene Montero, los inmigrantes ilegales son muy vulnerables, y por tanto, el resto tenemos que hacernos cargo.