Ayer, domingo 14 de abril, unas 50.000 personas participaron en la Marcha Nacional por la Vida, bajo el lema '¡Viva Polonia!'
Tal y como recogió Hispanidad, el nuevo primer ministro polaco, el liberal Donald Tusk, ha anunciado como prioridades de su nuevo Gobierno la legalización del aborto hasta la semana 12 de gestación y la venta sin receta de la "píldora del día después" -todas son potencialmente abortivas- a las mayores de 15 años.
En Polonia, desde 1993, el aborto era legal en tres supuestos: violación, amenaza para la vida o la salud de la madre y también en una situación de "alta probabilidad de defecto grave e irreversible del feto o enfermedad incurable que amenace su vida". Como ocurre siempre, los dos últimos supuestos se convirtieron en un auténtico coladero para practicar abortos.
Pero el partido Ley y Justicia -el anterior gobernante- interpuso un recurso de inconstitucionalidad contra el aborto eugenésico y el 22 de octubre de 2020, el Tribunal Constitucional polaco sentenció que este era inconstitucional, convirtiendo el aborto en Polonia en prácticamente ilegal. Esta sentencia entró en vigor el 27 de enero del año 2021 y trajo como consecuencia que, en 2021, el número de abortos legales cayó en Polonia de más de mil a 107.
Y ahora, el ultraprogre Donald Tusk -muy parecido al PP en España- quiere implantar una legislación en Polonia mucho más abortista, con las reformas citadas.
Eso sí: no sin contestación social. Porque ayer, domingo 14 de abril, unas 50.000 personas participaron en la Marcha Nacional por la Vida, bajo el lema '¡Viva Polonia!'.
La marcha tuvo lugar en Varsovia y fue organizada por la Fundacja św. Benedykta (Fundación San Benedicto). También fue patrocinada por la Conferencia Episcopal Polaca, entre otras organizaciones.
El manifiesto de esta Marcha Nacional por la Vida 2024 en Polonia dice así:
Como polacos responsables del futuro de la Patria y de los derechos de cada persona que vive bajo la soberanía de la República de Polonia, nosotros, los participantes de la Marcha Nacional por la Vida, exigimos el cese inmediato de las acciones subversivas del actual gobierno y de la mayoría parlamentaria gubernamental contra el derecho innato a la vida, confirmado en la Constitución de la República de Polonia. Recordamos que el fundamento de los derechos protegidos por la República es «la dignidad innata, inalienable e inviolable del ser humano». No proviene del estado ni de la nación, pero su protección es testimonio de la autoridad y dignidad del estado y la nación.
También recordamos que - como lo confirma el Tribunal Constitucional en su fallo del 28 de mayo de 1997 - «la vida en un estado democrático de derecho debe estar protegida constitucionalmente en cada etapa de su desarrollo». Negar esta verdad está dirigido tanto contra los derechos de la persona como contra la autoridad y el orden de la República de Polonia.
Expresamos nuestro reconocimiento y apoyo a los diputados que defendieron el derecho a la vida. También los instamos a que no se limiten a expresar opiniones en respuesta a las acciones subversivas de las autoridades, sino que lleven a cabo un trabajo sistemático en favor de la civilización de la vida, respondiendo a todos los imperativos invocados y recordados por la opinión pública que apoya la civilización de la vida.
Expresando nuestra indignación por la votación de algunos líderes de la oposición a favor de proceder en el Sejm con disposiciones anticonstitucionales dirigidas contra el derecho a la vida, instamos a la oposición a defender de manera inequívoca esas normas constitucionales y a recordar su carácter constitucional.
Instamos a que se envíe de inmediato al Tribunal Constitucional una solicitud para revisar la conformidad con la Constitución de la República de Polonia de la convención de género de Estambul. Expresamos nuestra decidida desaprobación por la omisión de esta obligación hasta ahora.
Apelamos a los futuros diputados al Parlamento Europeo para que trabajen en la construcción de una fuerte opinión europea que apoye la civilización de la vida. Estas acciones no deberían limitarse solo a protestas, sino que deben combinarse con constantes recordatorios de la inviolabilidad del derecho a la vida y los derechos de la familia, los primeros entre los derechos naturales humanos.
¡Pedimos a Dios apoyo para nuestra Patria y para todos los que defienden sus derechos! ¡Polonia aún no ha perecido!