El ministro de Economía, Carlos Cuerpo, no ha tenido reparos en asegurar que el gasto público, lejos de reducirse, se va a aumentar en los próximos años, como si ya no fuera excesivo. Desde que Pedro Sánchez vive en La Moncloa, la deuda pública se ha incrementado en más de 400.000 millones de euros, que se dice pronto pero que a los contribuyentes les va a costar sangre, sudor y lágrimas devolverla.

“El gasto público aún crecerá” afirmó Cuerpo en una entrevista publicada este viernes en El Economista. Una muy mala noticia, don Carlos, porque eso implica que los impuestos tendrán que aumentar para hacer frente a la mencionada y creciente deuda pública. Y el esfuerzo fiscal que soportan los españoles está en máximos históricos. Más impuestos para pagar un gasto público no productivo que está estrangulando la economía de los españoles.

Asegura Cuerpo, como para maquillar lo anterior, que aun aumentando el gasto público, el déficit se va a reducir. ¡Sólo faltaba! Pero esa no es la cuestión y, además, es una trampa porque lo importante es reducir la deuda, no reducirla respecto al PIB, que puede aumentar y dar la sensación -falsa- de que la deuda va mejor.

Y todo esto sin mencionar los manidos fondos europeos. Oiga, que la mayor parte son créditos que, aunque con condiciones ventajosas, también hay que devolver. Más deuda todavía, que también tendrán que devolver los contribuyentes, aunque no hayan visto ni un euro de esos maravillosos fondos. Y mientras el Gobierno, el que venga detrás, destina el dinero de los impuestos -de los contribuyentes- a pagar la deuda, los servicios públicos, los realmente necesarios, quedarán mermados por falta de dinero.

Sánchez nos lleva a la ruina.