El IBEX 35 se ha dejado un 1,16% y partirá mañana desde los 10.649,80 puntos. Grifols ha caído hoy más de un 4,4% hasta los 8,6 euros.

Pinta mal para Grifols. Lo sigue haciendo desde que, a primeros de año, Gotham se lanzara en picado sobre el laboratorio catalán, sobre su reputación como empresa que cotiza en Bolsa y la hiciera pedazos

A groso modo, estamos ante una empresa que no genera caja, que está endeudada hasta las cejas (tal y como adelantó Hispanidad), que tiene que crecer…, si, crecer, a pesar de las circunstancias, para seguir existiendo y cuya cotización, muy castigada, permanece en mínimos históricos. Así que, en medio de este laberinto, en el que no se vislumbra la salida, ha optado por refinanciar deuda, por plantear una emisión de bonos, para coger aire…de aquella manera.

Otra opción pasaría por vender y vender activos, trocear la empresa, lo que sería un desastre para todos, (bien es cierto que para unos más que otros), porque…la alternativa de plantearse una ampliación de capital, a estos precios, es impensable a día de hoy.

Vamos con los números. “En 2024”, explica Bankinter, “Grifols tiene vencimiento de deuda por 929 millones de euros y otros 2.241 millones en 2025 (suman el 31% de la deuda financiera neta total). La previsión es que no haya cash flow libre (es decir) que no genere caja en 2024 (tampoco lo hubo entre 2021 y 2023) y 2025, es una incógnita. La próxima venta de una parte de su participación en Shanghai RAAS a Haier Group por 1.600 millones reforzará la tesorería de 526 millones que tenía a diciembre de 2023, pero es insuficiente para atender los vencimientos en 2024 y 2025”.

El importe que finalmente Grifols quiera captar, daría pistas sobre lo que la compañía espera para 2025

Según los cálculos de Bankinter, faltan cerca de 1.000 millones de euros, y la gran pregunta es: ¿van a refinanciar por 1.000 o van a ir a por más? El importe que finalmente quieran captar daría pistas sobre lo que esperan para 2025. Si Grifols optara por pedir más, implícitamente estaría diciendo al mercado que no confía en que las cosas mejoren el año que viene

Desde XTB piensan que, como mínimo, van a emitir esos 1.000 millones, para curarse en salud, aunque, en buena medida, todo depende de la demanda. “El problema es que, si la demanda no responde y tienes que ir reduciendo el importe de emisión, tendrías problemas y tu imagen se vería afectada. Es la disyuntiva que les está llevando a estudiar varias opciones”, señala Javier Cabrera.

Al ser la primera emisión que lanza después de todo lo ocurrido este año, no es fácil de calcular el tipo de interés que se le va a aplicar. “Esta emisión marca el precedente para los próximos años porque se trata del bono de mejor calidad crediticia que podría sacar la compañía. Calificarlo de ‘deuda senior garantizada’ quiere decir que los deudores, en caso de liquidación de la sociedad, serán los primeros en cobrar y que hay activos concretos que garantizan ese cobro. De ahí la importancia del tipo al que se quieran colocar estos bonos”.

Tras la presentación de resultados, Grifols sembró dudas en el mercado sobre la generación de caja prevista para este año y el que viene, y lo complicado que sería cumplir con los vencimientos

Otros expertos consultados consideran que la emisión debería estar en torno a lo que está cotizando por parte de la deuda que vence el año 2025 por la que se está pagando un 7%.

En este sentido, Antonio Aspas de Buy&Hold tiene claro que no acudiría a la emisión porque, a pesar de que considera que no tienen que haber ningún problema con la calidad de los activos y porque, además, es deuda garantizada, “el tipo de interés que va a abonar, que podría oscilar entre el 5,5% y el 6%, no parece lo suficientemente elevado para un rating tan bajo y para los problemas que puedan surgir. Tendría que pagar un 8% o un 9%”

Hay que recordar que, tras la presentación de resultados, Grifols sembró dudas en el mercado sobre la generación de caja prevista para este año y, sobre todo, para el que viene, y lo complicado que sería cumplir con los vencimientos.

Y esto tuvo una reacción inmediata por parte de las agencias de calificación de S&P y Fitch que rebajaron su rating y la perspectiva sobre su deuda.

El tipo al que se va a colocar la emisón debería estar entre el 7% y el 9%, según las estimaciones de los expertos

"Una calificación crediticia es una opinión educada sobre la probabilidad de que un emisor cumpla con sus obligaciones financieras en tiempo y forma", argumento la propia  Standard and Poor's. Es decir, si es capaza de pagar sus deudas en los plazos fijados y en las condiciones pactadas con sus acreedores.

Recordar que la deuda financiera neta del laboratorio ascendió en 2023 a 9.416 millones de euros a cierre de 2023 y que su ratio superaba las 6 veces el ebitda. Pero, en la información adicional que la CNMV pidió recientemente a la compañía, afloró una deuda neta de 10.527 millones.

Grifols ha salido al paso y ha precisado que esos 1.100 millones aflorados "no constituyen una deuda financiera, ya que están relacionados con los alquileres futuros de los inmuebles de más de 390 centros de donación de plasma en todo el mundo y, por tanto, no representa ninguna deuda nueva".

Por lo visto, explican fuentes consultadas, los pactos cerrados con sus acreedores establecen que esos importes, vinculados a los alquileres, no serían considerados como deuda.

Por cierto, desde el pasado 1 de abril, Grifols tiene nuevo consejero delegado: Nacho Abia.