Al parecer, ni el Partido Popular ni el PSOE se han planteado retrasar las elecciones, o si se lo planteado han decidido seguir adelante, aunque, eso sí, han optado por interrumpir la campaña electoral. Retrasar las elecciones por un acto terrorista supone ceder ante el terror, ciertamente, pero también es posible que, en estas circunstancias, y sin saber quién ha sido, salga de las urnas un "Gobierno falso" que, sin embargo, se mantendrá cuatro años en el poder. Y esto por lo dicho en nuestra noticia de apertura: Si han sido terroristas islámicos, entonces los resultados electorales podrían dar un vuelco a favor de una izquierda que salió a la calle para oponerse a la guerra de Iraq en la que nos metió José María Aznar.