El Gobierno Zapatero continúa presionando para lograr la megafusión; tanto que hasta La Caixa empieza a sentirse molesta. El carbón continúa siendo rentable, a pesar del coste de los derechos de emisión, y necesario, sobre todo con inviernos fríos y con pocas precipitaciones. Buen ejercicio inversor de Endesa y buena aportación hispanoamericana, pero la deuda sigue siendo muy elevada.

Ni siquiera hay petición oficial, sólo llamada de teléfono, que es mucho más oficial. La Caixa ha solicitado un consejero en la primera eléctrica del país, Endesa, en lo que considera justa correspondencia por su inversión del 5% en la compañía.  Como no hay petición oficial, sino oficiosa, sí que hay respuesta oficial. Rafael Miranda, consejero delegado de Endesa, advirtió en la mañana del lunes 14, que el actual marco normativo impide una pretensión de ese estilo. Es más, según Miranda, nombrar un representante de La Caixa atentaría contra las normas de buen gobierno corporativo. Miranda lo explica así: Endesa y Gas Natural, cuyo primer accionista es La Caixa, compiten tanto como suministradores de gas como en electricidad. Y así, no se puede satisfacer al poseedor del 5% porque sería tanto como marginar al 95% restante.

Naturalmente, la cuestión del consejero de La Caixa no es más que la punta del iceberg de todo el proceso lanzado por el Gobierno socialista y, en especial, por su responsable de Industria, José Montilla. Como ya informara Hispanidad, Montilla quiere una de estas alternativas: fusión de Repsol y Endesa Gas Natural y Aguas de Barcelona, a lo bestia. La segunda opción sería la misma fusión sólo que no se agregaría todo Repsol YPF, sino tan sólo sus activos gasísticos. La tercera, más prosaica y pedestre, consiste simplemente en que Rafael Miranda pase a ocupar la Presidencia de Endesa, puesto que ahora ocupa Manuel Pizarro. Porque todavía hay algún ingenuo que duda de la intención del Ejecutivo Zapatero para remover a todos los presidentes de empresas nombrados por el Gobierno Aznar. Pero cada vez el número de ingenuos es menor.

Por lo que respecta al ejercicio 2004, Endesa obtuvo un resultado de explotación de 3.242 millones de euros, lo que supone un incremento del 3,1% respecto a 2003. Quizás lo más positivo del ejercicio en Endesa ha sido el fortísimo crecimiento de la inversión (un 39% más), hasta los 3.449 millones de euros, así como el beneficio obtenido en Iberoamérica, una zona que pesa muy fuerte en el balance de Endesa. Así, el resultado de explotación del negocio eléctrico de Endesa en Iberoamérica ascendió a 1.181 millones de euros, un 10,3% más que el año precedente. Para conseguir todas estas cifras, Endesa se ha visto beneficiada por el negocio del carbón. No nos engañemos, aún con el sobregasto que representa pagar los derechos de emisión de gases contaminantes y a pesar del fortísimo precio del carbón durante 2004, lo cierto es que producir electricidad quemando carbón continúa siendo mucho más rentable que quemando gas. Además, ha sido el carbón quien ha salvado a España de apagones durante el frío y seco otoño de 2004. Y lo mismo está sucediendo en el invierno de 2005.

La parte negativa se llama deuda. Así, la deuda neta de Endesa se sitúa, a 31 de diciembre de 2004, en 16.505 millones de euros, sólo un 4,3% menos que en el ejercicio anterior. Pero es que, además, la fuerte reducción de deuda durante los ejercicios 2002 y 2003 (un 34%) tiene trampa: se debe a la fuerte emisión de acciones preferentes. Como quiera que las nuevas normas NIC, que han entrado en vigor el 1 de enero, no permiten segregar las preferentes, el resultado es este: a 31 de diciembre de 2004, el apalancamiento financiero de Endesa sería del 1,08. Sin embargo, si aplicáramos las nuevas normas NIC, el apalancamiento se elevaría hasta el 1,31.