En el mundo okupa cada día encontramos un caso que nos sorprende. En Hispanidad hemos conocido desde el okupa que denuncia a los dueños de la vivienda porque quiere que le dejen "vivir tranquilo", hasta el que reforma y amplía la casa que tiene okupada: pasa de 98 metros cuadrados a 250... y el Ayuntamiento multa al propietario por hacerlo sin licencia, entre otros casos llamativos, como el okupa que ha conseguido suspender su juicio por okupación... por una operación estética de pecho.

O los propietarios que fueron multados por intentar entrar en su casa y los okupas que querían denunciar al propietario de la vivienda por quitarles la casa. Además del okupa que conocía muy bien la ley: "si yo entro en una casa en menos de 24 horas me pueden echar, pero en 48 horas no me saca ni el rey". Y la okupa que decía sentirse acosada por los propietarios: "ha exigido que dejen en paz 'su' casa". Hace unos días contamos la historia del okupa okupado: Okupa una casa, alquila las habitaciones, se va de vacaciones y, a su vuelta, los inquilinos le habían okupado. 

La caradura okupa no conoce límites, y la permisiva regulación española los hace actuar con total impunidad. Muestra de ello es la protesta de la Plataforma de Afectados por la Ocupación, que estalló contra el Gobierno porque aseguran que la 'Golden Visa' del okupa es la vulnerabilidad, excusa que usan para paralizar sine die los desalojos. 

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Hoy conocemos dos nuevos casos. Ayer martes, la comisión judicial se trasladó a un apartamento de Cala Major, en Mallorca, para ejecutar un desahucio y entregar el piso a un banco suizo. El dueño, ya fallecido, no pagó la hipoteca, por lo que la propiedad volvía al banco. Lo llamativo que destacan los medios locales es que, mientras el cerrajero forzaba el acceso de la casa, había cola de okupas en el rellano interesados en hacerse con el apartamento. 

Por otro lado, la Plataforma pide ayuda a vecinos y personas que se quieran unir a la causa para acudir a un lanzamiento en Corbera de Llobregat, donde tras tres años y medio, una familia ha conseguido recuperar su propiedad. Pero la Plataforma denuncia: "esta familia está amenazada por su inquiokupa".