Les contábamos en Hispanidad la conmoción que había causado en las rede que un jurado popular declarara culpable al anciano de 81 años que mató al ladrón que entró a su casa a robar con una motosierra.

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Son muchos los apoyos que está recibiendo Pepe Lomas, al conocerse su condena. Entre ellos, el del Obispo de Orihuela-Alicante, quien acostumbra a hablar alto y claro y a utilizar contundentes argumentos. En este caso, el prelado compara la reforma del Código Penal "para evitar la cárcel a políticos" mientras se sanciona al octogenario.

También el presidente de Vox ha publicado un tuit en su red social X, expresando su apoyo al anciano.

vox


El caso de Lomas nos recuerda al de Pau Rigo, de 83 años, quien también mató a un ladrón que entró en su casa de Porreres (Baleares) y cuya vista sobre su absolución ha quedado suspendida. Una magistrada del Tribunal Superior de Justicia de Baleares (TSJIB) ha optado por abstenerse de participar en la vista fijada para esta semana en la que se iba a tratar la absolución del anciano. Posteriormente, otros dos magistrados del TSJIB han presentado un escrito, en el cual condicionan su posible abstención o no según el resultado de la abstención de la magistrada. Según han informado fuentes cercanas a los hechos, la vista ha quedado suspendida hasta que se resuelva la abstención presentada por la magistrada.

Ambos casos nos hacen plantearnos que el sistema español es garantista y que la alternativa legal es, al parecer, es que te dejes robar y/o matar. El Estado no te defiende pero tú tampoco puedes hacerlo. Y esto, a propósito del caso de estos anciano en el que unos ladrones entraron a robar en un domicilio particular. Les sorprenden la víctima y disparan para defenderse. Sí, para defenderse dado que si alguien entra en mi casa de noche es muy posible que no haya venido a disfrutar de mi compañía. Pues resulta que eso está muy mal.

En el mundo anglosajón, si alguien entra en tu casa tienes derecho a defenderte por cualquier medio. En España no: se te cae el pelo. O sea, de 4 (en el caso de Pau Rigo) a 12 años de cárcel, en el caso de José Lomas.