Sr. Director:

Después del gran éxito del documental: España la primera globalización, el gran director que es José Luis López-Linares nos ofrece un documental sobre la gran herencia de España en los virreinatos hispánicos, que tiene un título basado en parte en los poemas de Rubén Darío, Hispanoamérica. Canto de vida y esperanza. En este magnífico documental López-Linares contra viento y marea de la leyenda negra nacida en Inglaterra Francia, Holanda, y Estados Unidos, tiene como misión vacunar definitivamente a los españoles manipulados por lo políticamente correcto basado en el odio y la denigración de los  que repiten el revisionismo histórico. Un revisionismo que pretende pintar a los españoles como vulgares aventureros, explotadores y violentos que destrozaron los territorios recién descubiertos de paraísos y ejemplos de arcadias felices donde los indígenas naturales vivían tranquilos y pacíficos en su estado natural. En este documental Linares nos presenta una realidad totalmente diferente. Los españoles no sólo no arrasaron un edén, sino todo lo contrario. Lograron que los indígenas pasaran de la edad de piedra a la civilización a la edad moderna en apenas veinte años, dejando una de las grandes culturas, que aún sobreviven pese a los intentos de políticos e ideólogos, de la extrema izquierda, que intentan negar una de las más grandes culturas de todos los tiempos, usando la evangelización y civilización. Hasta conformar lo que Rubén Dara describió como la América que creen en Jesucristo y reza en español.  Los españoles no encontraron a unos nativos que vivían según los tópicos roussonianos, del mito del buen salvaje, posteriormente corrompidos por los españoles. Todo lo contrario, los pueblos precolombinos vivían en guerra permanente, entregados al canibalismo y a las prácticas más horrendas de sacrificios humanos, especialmente niños y adolescentes a sus ídolos sedientos de sangre. No encontraron la armonía que describe la leyenda negra, sino un caos violento institucionalizado. Tan desgraciada era la situación de los indígenas, que fueron muchos los que ayudaron a los españoles a derrotar la barbarie y liberarse de la muerte y esclavitud

España no dominó a América, como lo hicieron otras naciones: Francia, especialmente Reino Unido o USA. La América descubierta y civilizada por la Fe y la Cultura renacentista y barroca, era una prolongación muy eficaz del Renacimiento y Barroco  de la Metrópoli. Los territorios descubiertos no eran colonias, sino la misma España, la nueva España. Los nativos estaban regidos por las mismas leyes que los españoles. Quien haya visitado algún país como México, se dará cuenta de la ingente labor dejada por España: Catedrales e iglesias llenas de belleza, conventos maravillosos, universidades, ingente labor de artistas: pintura, arquitectura, escultura, música, el barroco mexicano es grandioso, como lo es su gran figura Sor Juan Inés de la Cruz y una nómina insigne de músicos, poetas, naturalistas, teólogos filósofos. La ciencia médica fue modelo, con sus hospitales. Esencial fue el mestizaje: a la unión espiritual siguió la carnal. Todos los habitantes de los territorios, tenían los mismos derechos que los españoles. El documental: Hispanoamérica, Canto de Vida y esperanza, que se estrenó el 12 de abril, es un documento extraordinio en el que López Linares con gran maestría cinematográfica como demostró en España, la primera globalización, ha intentado que los españoles no sólo no se avergüencen de su gran presencia en los antiguos virreinatos, se sientan orgullosos de los territorios en los que como decía el Gran Felipe II, nunca se ocultaba al sol.  Porque conocer y celebrar la propia historia es un motivo indispensable para seguir haciéndola.