Pedro Sánchez ha puesto en su sitio a Teresa Ribera. Al final, esta última tendrá que arriesgarse en las próximas elecciones al Parlamento Europeo que se celebrarán entre los días 6 y 9 de junio (nuestro país votará el 9, concretamente)... y después ya se verá qué consigue España... si es que consigue algún cargo en el nuevo Ejecutivo de la UE.

Hace unos días, Sánchez refería que Ribera “puede ser todo lo que ella se proponga” y que “es una referencia, no solamente a nivel nacional, sino a nivel internacional y multilateral”. Claro que todos estos halagos ante los medios ocultabah la intrahistoria del asunto: Ribera quiere optar a vicepresidenta de la Comisión Europea no a una comisaria sin más, ni mucho menos una silla de eurodiputada, y pretendía hacerlo sin formar parte de las listas del PSOE a las elecciones europeas. Pero por ahí no estaba dispuesto a pasar Sánchez, quien pese a que tiene prestigio en Europa no sabe cómo se le va a dar al PSOE en dichos comicios y si tendrá fuerza dentro del grupo de la Alianza Progresista de Socialistas y Demócratas (S&D) para optar a algún cargo.

Ribera no aspiraría a ser comisaria de Energía, sino a lo que un día fue el neerlandés Frans Timmermans. Pero ahora, las dos carteras de este se encuentran repartidas: el eslovaco Maroš Šefčovič es vicepresidente del Pacto Verde Europeo y el neerlandés Wopke Hoekstra es responsable de Acción por el Clima

Al parecer Ribera no aspiraría a ser comisaria de Energía, cargo que ahora ostenta la estonia Kadri Simson, sino que aspira a más y a lo que un día fue el neerlandés Frans Timmermans. Eso sí, debería tener en cuenta que cuando este último abandonó la Comisión Europea para presentarse a las elecciones de su país, su cartera de vicepresidente del Pacto Verde Europeo y responsable de Acción por el Clima han pasado a dos personas distintas: la primera al eslovaco Maroš Šefčovič y la segunda al neerlandés Wopke Hoekstra.

Las palabras de Sánchez llegaban después de que Ribera afirmara que “en esa campaña me veo como un activo importante de mi gobierno y de mi partido”. Es más, la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfica refirió que “si acabo siendo yo la persona que tiene la suerte de poder desarrollar esas cosas, lo haré encantada de la vida. Y si es otra persona, ayudaré a la persona que esté”. Asimismo, ha añadido que disfruta porque “trabajar en España es trabajar en Europa” y que “en un sitio o en otro estaré muy contenta”.

Al parecer Ribera no aspiraría a ser comisaria de Energía, cargo que ahora ostenta la estonia Kadri Simson, sino que pretende llegar a más y a lo que un día fue el neerlandés Frans Timmermans. Eso sí, debería tener en cuenta que cuando este último abandonó la Comisión Europea para presentarse a las elecciones de su país, su cartera de vicepresidente del Pacto Verde Europeo y responsable de Acción por el Clima ha pasado a dos personas distintas: la primera al eslovaco Maroš Šefčovič y la segunda al neerlandés Wopke Hoekstra. Y por cierto, no olviden que a Ribera le gusta mucho más el medio ambiente que la energía y reunirse con los ecologistas... y así se ha podido ver esta misma semana: al Consejo informal de Energía de la UE celebrado en Bruselas acudió la secretaria de Estado de Energía, Sara Aagesen, mientras Ribera prefirió participar en la novena Conferencia Our Ocean (Nuestros Océanos) que ha tenido lugar en Atenas.

 

Eso sí, tanto Sánchez como Ribera deberían tener en cuenta los resultados de algunas elecciones y de algunas encuestas sobre las europeas. En las última cita con las urnas al Parlamento Europeo, que tuvo lugar el 26 de mayo de 2019, ganó el Partido Popular Europeo (PPE) -al que pertenece el PP-, con 177 eurodiputados, superando los 139 que obtuvo S&D. En el caso concreto de los principales partidos españoles, venció el PSOE, con 20, y superando los 12 del PP. Claro que desde entonces ha llovido bastante, incluyendo la pandemia del Covid-19, la guerra de Ucrania y el conflicto en Gaza, entre otras cosas... y en las elecciones municipales celebradas el 28 de mayo de 2023 ganó el PP, con 7 millones de votos (31,53% del total), al PSOE, que obtuvo 6,29 millones de votos (28,12%). En esa misma jornada tuvieron lugar elecciones en 12 de las 17 comunidades autónomas de nuestro país y de las que en ocho ganó el PP (contando Navarra, donde venció UPN) y el PSOE lo hizo solo en cuatro,... y aunque luego ha habido pactos que han hecho que no gobernara el partido ganador, el PP de Alberto Núñez Feijóo puede apuntarse el tanto de haber quitado a los socialistas nada más y nada menos que regiones como Extremadura, Aragón y Comunidad Valenciana.

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Unas victorias del PP que escocieron tanto a Sánchez que quiso quitarlas protagonismo convocando elecciones generales para el 23 de julio. Ahí Feijóo le volvió a ganar, al obtener 137 diputados, gracias a 8,16 millones de votos (33,06% del total); mientras que Sánchez sacó 121 diputados, con 7,82 millones de votos (31,68% del total),... y al final llegó a renovar en La Moncloa por sus múltiples pactos con independentistas, nacionalistas, proetarras y comunistas.

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Este año, Galicia ha celebrado comicios autonómicos... y el PP ha sacado mayoría absoluta. Ahora habrá que ver qué sucede en País Vasco el próximo 21 de abril y en Cataluña el 12 de mayo, donde la cosa no pinta bien para los populares.

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Y al hilo de las europeas del 9 de junio, la última encuesta conocida apunta a que en nuestro país ganaría el PP con 25-26 escaños... muy por encima del PSOE, que obtendría 18-19. 

Por cierto, en el caso de que también hubiera generales este año en nuestro país, a José Félix Tezanos (CIS) le ha salido competencia: Ignacio Escolar. Y es que eldiario.es asegura que el PP pierde apoyos, mientras Sánchez se recupera y sale indemne del 'caso Koldo'. En contra de lo que apuntan la mayoría de las encuestas (caída de Sánchez y victoria de Feijóo), incluso hasta PRISA reconoce que el 'caso Koldo' afecta a los socialistas y da ventaja a los peperos.  

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