Los vascos en el "exilio" son nada menos que 200.000. Una cifra importante si tenemos en cuenta que el censo vasco es de 1,8 millones de personas. O sea, un 10%, que se dice pronto. Pues bien, desde la "diáspora", estos vascos han promocionado las candidaturas constitucionalistas. Pero el resultado obtenido en la jornada electoral celebrada ayer no deja demasiado margen. Tan sólo hay una palabra: "pacto". En el PNV hay sensación de "victoria amarga". Pero Patxi López canta "cambio". La alternativa al pacto PNV-PSE es la precariedad actual. Algo que no desea ni el PNV ni el PSE. Lo que viene ahora es un proceso de negociación del reparto de Lakua, el futuro del Plan Ibarretxe, su centrifugado con el "Plan López" y el papel de ETA-Batasuna-PCTV en ese escenario.

Como esto es lo más probable, desde la Asociación de Vascos en la Diáspora, Inma García Cortázar, advierte al PSE que pactar con el PNV sería una traición. "Que pacten con el PP y que evidencien al PNV su precariedad", señala. Patxi López ha señalado durante la campaña electoral que no pactaría con el PNV, aunque según las encuestas, la mitad de sus militantes serían partidarios de un pacto. Especialmente los militantes con cargo o posibilidad de cargo, que llevan demasiados años esperando la oportunidad de reenchufarse al presupuesto.