Viernes 24 de noviembre. Manuel Azuagapresenta su renuncia como presidente, ya no ejecutivo, de Unicaja. Y en el accionariado de Unicaja resalta un nombre: Tomás Olivo, segundo mayor inversor del banco, con un 9%.

Murciano de nacimiento, 72 años y padre de nueve hijos de tres mujeres distintas, Olivo es considerado como 'el rey de los centros comerciales'. Su fortuna la amasa a través de su inmobiliario General de Galerías Comerciales, el cual salió al mercado secundario como socimi, pero a finales del año pasado el empresario cambió la denominación.

Olivo, tras afrontar varios escándalos con la justicia, y como corcho que ha conseguido mantenerse a flote pese a la crisis del sector y sus implicaciones con la mayor trama de corrupción que asoló Andalucía, se presenta como pieza clave en el Consejo de Unicaja.

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Como adelantó Hispanidad con su aumento de participación, Olivo podría pedir su sitio en el órgano de gobierno de Unicaja, ya que inversores con menor peso en el accionariado, como la familia Mayoral, sí tienen presencia. Y finalmente, así ha sido, ha pedido entrar en el consejo de administración, y como representante de su patrimonio ha propuesto a César Bedoya Merino, que ocupa un cargo de responsabilidad en Triodos Bank como responsable de proyectos sostenibles.

Bedoya fue director de Reestructuraciones y Recuperaciones en la Sareb durante ocho años, entre 2013 y 2021 y previamente ocupó puestos de responsabilidad en la división de operaciones y riesgos de Banco Popular.

La solicitud se encuentra en la comisión de Nombramientos del consejo de administración y se ha remitido la candidatura al Banco Central Europeo (BCE) para que el supervisor realice su tradicional análisis de idoneidad.