Lo decía María San Gil, una mujer que vio morir a su jefe, Gregorio Ordóñez, de un balazo, en un bar del Casco Viejo de San Sebastián. Una mujer que no se refugió en la cobardía sino que se ha condenado a una vida al acecho, firmemente apoyada en sus convicciones cristianas: PSOE y PNV han blanqueado a ETA. Y con ello a los proetarras de Bildu, que ahora pueden ganar las elecciones de este próximo domingo, en el País Vasco. 

El problema es que Bildu no es un conjunto de arrepentidos sino un conjunto de vencidos aprovechados, cobardes que no saben hablar sin ofender

El PSOE ha blanqueado a ETA porque sufre Síndrome de Estocolmo, el miedo del secuestrado a su secuestrador, pero también por la ambición inclemente de Pedro Sánchez. Si por siete votos de Junts tiene el culo roto, por los seis de Bildu, también. 

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El segundo, el PNV, porque continúa en el viejo y desgraciado dicho de ese personaje nefasto que fue Xabier Arzalluz: "Unos menean el nogal y otros recogemos las nueces". O sea, a lo que siempre ha jugado el PNV, a aquel desgraciadísimo dicho de los años de plomo, cada vez que asesinaban a alguien: "Algo habrá hecho". No, en el PNV no sufrían mucho cuando ETA asesinaba a un español, y el propio Arzalluz, cuando mató a un ertzaina, estableció la doble categoría de víctimas: "Este sí ha muerto por Euskadi". 

El problema es que Bildu no es un conjunto de arrepentidos sino un conjunto de vencidos aprovechados, cobardes que no saben hablar sin ofender y que aprovechan la cobardía del conjunto de la sociedad vasca, no sólo del PSOE, para medrar... 'en democracia, por la vía pacífica'. 

Y al fondo de todo, la soberbia vasca que tan formidablemente describiera José Ortega y Gasset

Todo se puede perdonar, también el homicidio, pero el perdón es para quien lo pide y Batasuna, Sortu, Bildu no han pedido perdón e incluso se chulean en el Parlamento español. Por cierto, ¿por qué están en el Parlamento español si tanto odian a España?.

Al fondo de todo, ante las elecciones del domingo, donde Bildu se perfila como vencedor, lo que late es la soberbia vasca, que tan formidablemente describiera José Ortega y Gasset. Y es que el catalán indepe también ensaya su superioridad hacia el español, pero, más sensato que el vasco, de continuo le asalta la sospecha de que una idea tan peregrina, tan generalista, puede resultar falsa. 

El indepe vasco no: está convencido de que es superior al andaluz, al levantino, al gallego, a todos ellos por el simple hecho, como decía Ortega, "de haber nacido". Y atención, porque esa soberbia puede justificarlo todo: también el tiro en la nuca y el aplauso al asesino.

Sí, es cierto, María San Gil tiene razón: PSOE y PNV han blanqueado a ETA y Bildu puede ganar las elecciones del domingo 21.