Alonso había señalado que la ley quedaba en el congelador, pero fue De la Vega quien lo descongeló para anunciar que el Gobierno presentaría el anteproyecto antes de que acabara el período de sesiones pasado. Acabó el período de sesiones y no hubo nada. Ahora parece que vuelve con fuerza la idea del congelador. ¿Razones? Falta de apoyos parlamentarios. Pero es que además, el gobierno está ocupado en luchar contra la crisis. Y otro tema no menor: quien fuera director general de Asuntos Religiosos del ministerio de Justicia ha sido degradado en la última remodelación gubernamental. Así que tiene pocas ganas.
HazteOir interpreta que el gobierno teme una movilización ciudadana. Hace bien porque desde ya advertimos que nos movilizaremos al máximo nivel para frenar la Ley de Imposición del Laicismo, advierte su presidente, Ignacio Arsuaga.
