Lo dice el líder republicano estadounidense Newt Gingrich. Molesta un poco que sea un norteamericano quien defienda la reconquista española de la Península Ibérica, mientras nuestra progresía brama contra ella en nombre de la Alianza de Civilizaciones. Hablamos de la mezquita en la Zona Cero que, sólo por molestar, quieren llamarla la Casa de Córdoba. Ojo al dato.

Gingrich asegura que no debería haber una mezquita junto a la Zona Cero de Nueva York mientras no haya iglesias o sinagogas en Arabia Saudita. El tiempo de los dobles estándares que permite a los islamistas comportarse agresivamente con nosotros mientras exigen nuestra debilidad y sumisión ha terminado.

Y sigue: la Córdoba House es un test de la timidez, la ignorancia y la pasividad americana... Córdoba House es un término deliberadamente insultante: Se refiere a Córdoba (España) la capital de los conquistadores musulmanes que simbolizaron su victoria sobre los cristianos españoles mediante la transformación de una Iglesia en la tercera mayor mezquita del mundo.

Naturalmente, los promotores de la Zona Cero, apoyados por el presidente Barack Obama y el alcalde Michael Bloomberg, sostienen que levantan el edificio en nombre de la concordia: Los partidarios de la mezquita hablan de que Córdoba House simboliza la convivencia entre religiones cuando simboliza lo contrario... Esos islamistas y sus partidarios que argumentan con la tolerancia religiosa son arrogantemente deshonestos. Ignoran el hecho de que ya existen más de 100 mezquitas en Nueva York pero ningún cristiano ni judío puede entrar en la Meca nunca. Nos aleccionan sobre tolerancia

Insiste Gingrich: Si la gente que está detrás de la Córdoba House creyera en la tolerancia religiosa, estarían pidiendo a los saudíes que permitieran casas de oración no musulmanas en el reino. Deberá preguntarle a los periódicos si harían una campaña como esa.

Por cierto, hablamos de un edificio de 13 plantas y 100 millones de dólares que se va a construir en menos de un año, por lo que la pregunta de Gingrich resulta pertinente: ¿De dónde viene el dinero? No nos los dicen.

En definitiva, concluye el líder republicano, esto es un ensayo islámico para minar y destruir nuestra civilización.

Civilización occidental que no es otra cosa que la civilización cristiana: Observen la manifestación de musulmanes ante la embajada de Estados Unidos en Londres, celebrada el 11 de septiembre por pura casualidad. Ojo a la pancarta que exhiben los energúmenos: Jesús destruirá la cruz y seguirá el Corán. La policía británica no movió un dedo... por supuesto.

Con todo, insisto en que el problema no está en los musulmanes, que siguen un credo que no es sino una vulgar caricatura externa del Cristianismo: el problema está en el suicidio de Occidente que renuncia a sus esencias, a sus raíces cristianas. Si Europa y América vuelven a ser ellas mismas, el Islam no tiene media torta. Hay que insistir: el enemigo está dentro. Pero, en el entretanto, no viene mal una llamada a la reciprocidad: si quieren mezquitas en Europa o Estados Unidos, que permitan iglesias en los países que controlan.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com