El nuevo CEO soportó un fuego cruzado durante su primera intervención pública ante los periodistas

La Clave: FG se empeñó en primar la lealtad de Cano a la experiencia profesional de Juan Asúa y José Barreiro

Un periodista llegó a preguntarle si estaba previsto nombrar a un ejecutivo de su mismo nivel para llevar América

Está claro que FG no ha logrado acallar con dinero el clamor contra el nombramiento de Cano, a pesar de que ha renovado los contratos

Ángel Cano ascendió a Consejero Delegado de BBVA tras la sorprendente marcha de José Ignacio Goirigolzarri el pasado 29 de septiembre. Cano procedía de Recursos y Medios, un área poco relacionada con el negocio central del banco. Pero lo que Francisco González premiaba no era la habilidad para gestionar sino la fidelidad a su persona, sobre todo, frente a un Goirigolzarri que aspiraba a relevarle en la Presidencia. Por eso, el nombramiento de Cano no sentó bien entre los directivos del banco.

Y al parecer, la prensa tampoco valora su capacidad de gestión. En su primera comparecencia ante los medios como CEO del BBVA, Ángel Cano tuvo que soportar algunas preguntas incómodas. Por ejemplo, si van a realizarse cambios en el organigrama para que debajo de FG queden dos ejecutivos: uno para América y otro para el resto de BBVA, que sería el propio Ángel Cano. Negativo: no habrá ni un solo cambio en ese sentido. ¿Aspira Vd. a ser presidente del banco? ¿Y a ser vicepresidente? ¿Sabemos cuándo llegará la jubilación del presidente? ¿No tiene nada que decir de su antecesor? Cano asegura que sólo aspira a hacer bien su trabajo y no sabe nada de la jubilación de su jefe. De Goirigolzarri, sólo elogios. El nuevo primer ejecutivo dice haber aprendido mucho de su antecesor durante ocho años, con quien le une la amistad.

El origen de estos rumores se encuentra en el citado malestar en la cúpula del banco. Los sucesores naturales, por experiencia profesional, de Goiri eran Juan Asúa (responsable del negocio en España y Portugal) y  José Barreiro (banca al por mayor). El cambio en sus contratos no ha compensado el disgusto. El único que aún no sabe nada de su contrato es el propio Ángel Cano que, centrado en un mes estresante, todavía no ha mirado su contrato y no sabe cuál es su pensión.