Pero desde mayo de 2011 hasta las generales en 2012, hay mucho tiempo para hacer cambios.
Mariano Rajoy continúa al frente del Partido Popular porque las encuestas actuales le dan una ventaja importante de cara a las elecciones generales de 2012. A Gallardón su partido tampoco le aprecia demasiado, pero sigue ahí por las victorias que logra. Pero Gallardón no se conforma con Madrid, de la que ya está un poco harto. Él aspira a algo más y a largo plazo eso significa presidente del Gobierno. A corto plazo, ser la cara del PP en el Parlamento y lograr el lugar que ahora ocupa Soraya, pero en el Gobierno.
Gallardón necesita imagen, cámaras de televisión y para ello tiene que ser el número dos del PP para las elecciones generales. A Rajoy la idea no le parece del todo bien y prefiere que Alberto se centre en las elecciones para la alcaldía y Gallardón acepta por ahora, pero quién sabe lo que pasará después. Una posibilidad sería dejar el asiento a Ana Botella y él lanzarse a las listas de las generales y saltar así a la política nacional, su gran sueño.
El alcalde madrileño no puede jugar la baza de ser candidato a la Moncloa, pero sí aspira a colocarse en una buena posición para presentarse a medio plazo como presidente. Son elucubraciones, pero quizás no va tan errado el tiro.
Andrés Velázquez
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