El consejero delegado de Iberdrola cree que al final se han impuesto las tesis de la compañía: energía verde. Iberdrola está cada vez más volcada en gas y viento. Galán niega que sobren centrales de ciclo combinado.

Durante 2004, Iberdrola obtuvo 1.211 millones de euros de beneficio neto, un 14,2% más que el año anterior. Ha sido un buen año para Iberdrola, que logró superar los 10.000 millones de euros en ventas, por lo que su facturación subió un 8,7% y su margen bruto un 8,4%. A pesar de ser una compañía relativamente poco endeudada, el beneficio parece incluso excesivo para una empresa con una deuda bruta de 10.800 millones de euros, similar a la de un año atrás. Eso sí, continúa siendo una compañía tremendamente inversora que ha empleado, en 2004, 2.713 millones de euros, la mayoría de ellos en generación.

El vicepresidente y consejero delegado de la compañía, Ignacio Sánchez Galán, no ha tenido ningún pudor en recordar que los picos de demanda provocados por un invierno muy frío, especialmente el mes de diciembre, no hicieron saltar el sistema gracias a Iberdrola, que se ha especializado en centrales de ciclo combinado y en energía eólica. No se sabe si la competencia estará de acuerdo con tan rotunda afirmación, pero ahí queda. Iberdrola insiste: ellos han hecho los deberes invirtiendo en gas y viento. En el momento actual, Iberdrola ya genera 3.000 MW con sus molinillos de aire, lo que equivale a la producción de tres centrales nucleares. Los directivos de la casa recuerdan, además, otro factor importante. Las puntas de demanda vienen producidas por el frío, y éste, en nuestro país, por las borrascas. En definitiva, a las centrales eólicas de Iberdrola el frío les siente muy requetebién.

Además, el consejero delegado de Iberdrola utilizó unas declaraciones del presidente de Red Eléctrica Española (REE), Luis Atienza, sobre la polémica de la generación eléctrica. Como es sabido, algunos dicen que se están plantando demasiadas centrales de ciclo combinado. Pues bien, el presidente de Red Eléctrica ha recordado que la tasa de cobertura (la diferencia entre generación media y demanda media) ideal es del 10%, mientras que en España es mucho más baja (de hecho, no alcanza el 5%).

En cualquier caso, como dice Galán, al final nuestras tesis se han impuesto. Sus tesis son que hay que hacer caso a Kioto y abandonar cuanto antes el carbón. No sólo eso, sino que, en base a su política de energía verde, Iberdrola está invirtiendo en otras energías alternativas poco contaminantes como son las centrales minihidráulicas, la eólica-marina, la solar, la biomasa, etc.

Galán se muestra optimista frente al intento gubernamental de fusionar Repsol YPF con Endesa y Gas Natural. A fin de cuentas, estamos hablando de una empresa con 9,6 millones de clientes en España (es decir, una población de 16 millones repartidos en 4.000 municipios, en un área superior a los 270.000 metros cuadrados, como quien dice la mitad del país). Eso sí, si la megafusión que pretende el ministro Montilla se llevara a cabo, en Iberdrola consideran que Gas Natural tendría que ceder parte de sus activos. Otrosí, la aventura portuguesa no ha concluido, ni mucho menos. La portuguesa EDP ha tomado Hidroeléctrica del Cantábrico, pero no permite que Iberdrola amplíe su participación más allá de su actual 5% en EDP. Para Galán, esta participación está en el congelador, a la espera de mejores oportunidades.