Conmoción en los ambientes políticos madrileños, con el reportaje de El País, sobre SAR Felipe de Borbón. El periódico de Polanco titula: El Príncipe prudente. El reportaje es un verdadero ditirambo sobre el heredero patrio, al que personalidades como Miguel Roca, Jorge Sampaio o Manuel Marín elogian sin el menor rubor.

Recientemente se había publicado la preocupación del Rey Juan Carlos, expresada de esta guisa en una reunión familiar. España es juancarlista. Ayudadme a que también sea felipista. El presidente del Congreso, Manuel Marín, en el mismo reportaje, ha decidido aportar su grano de arena: Siempre se ha dicho que los españoles no son monárquicos, sino juancarlistas. Yo estoy seguro de que la gente va a ser felipista en el futuro.

Desde que se casara con doña Letizia Ortiz Rocasolano, divorciada de un anterior matrimonio, el grupo PRISA se ha vuelto monárquico.

Ténganlo en cuenta para el futuro. Eso sí, nobleza periodística obliga, un ladillo, y siempre citando a la propia Zaruela, para que no semeje crítica propia, sino ajena. Dos son los peligros que acosan al Príncipe: frialdad y frivolidad. No será Hispanidad quien contradiga a don Jesús. Está claro que el Príncipe prudente es el Rey de Polanco y Cebrián, es decir, de la generalidad de los españoles.