Sr. Director:

Constantemente vengo observando en diferentes medios de comunicacion escritos, a través de la sección de Cartas al Director, que hay muchísimas personas que padecen el mismo o similar problema: la manipulación en las separaciones matrimoniales. Estas, generalmente, la solicitan las madres, porque llevamos unos anos que a ellas les conceden el privilegio inicial de la razón.

Unas, denuncian a sus maridos recordándoles la palabra maltrato, otras, les denuncian por un concepto nuevo y que poco a poco va minando la nueva sociedad: el abuso del padre a su hijo/a que, a ultima hora, por muchos desvelos de las madres, la razón se la dan al padre y ellas quedan con unos falsos testimonios de conciencia de campeonato.

Observo que la mayoría de estas madres con estos problemas, aparte de la finalidad inicial de la denuncia, acuden solicitas a echar manos de unas abogadas que les aconsejan auténticos libros de caballería. Estas letradas, amparadas por su respectivo colegio profesional, actúan bajo patrones similares. Aconsejan a las madres que sus hijos/as tengan que ser reconocidos en hospitales de solvencia, aunque los informes finales del medico no les sirvan para nada porque dan la razón al padre. Pero eso si, el menor o la menor, pasa unos momentos de gran nerviosismo. A ellas, las madres, les sigue importando poco, porque han conseguido su propósit que el menor no se relacione con su padre.

La sociedad actual protege a estas madres. Incluso algunas hasta pueden seguir asistiendo a su misa diaria y aquí no pasa nada. Los desvelos del padre por no estar con sus hijos, les importa poco. Ellas se salen, de momento, con la suya. Con falsas denuncias. Llegara el día feliz para el buen padre. Con seguridad.

Javier Sánchez Carbaias

jscarabias@hotmail.com