Sr. Director:

El PSOE enfrenta a la educación pública y la privada.

 

La necesidad del señor Blanco de justificar por qué lleva a sus hijos a un colegio privado, parece indicar un divorcio entre lo que pregona en nombre de su Partido y su propio criterio. Por supuesto que el señor Blanco, como todos los españoles, tiene el derecho a matricular a sus hijos donde quiera, pero llama la atención que no se acoja al beneficio de la enseñanza pública, que es lo que defiende su Partido.

Esto no es nuevo; mi padre me contaba que Ministros de la II República llevaban a sus hijos a colegios religiosos, supongo que por ser los únicos privados en aquel tiempo. Hoy ha mejorado la situación, tanto en la pública, con multitud de colegios bien dotados, como en la privada, con una oferta más plural que hace ochenta años. Y hay que resaltar que a la mejoría de unos y otros centros -salvo puntuales excepciones- han contribuido tanto el PSOE como el PP. Por ello, sugiero cesen unos y otros en ataques sobre este asunto, y fijen sus esfuerzos en facilitar a los ciudadanos una elección verdaderamente libre a la hora de elegir el tipo de educación que quieren para sus hijos.

Amparo Tos Boix