Si miramos al pasado, es mejor no echar mano de paracaidistas

 

El PSOE sigue sin cerrar sus candidaturas para la alcaldía de Madrid y la Comunidad. Tiene dos opciones: jugar o no jugar. O apuesta fuerte o no se comerá un rosco. Y si apuesta fuerte, puede que queme a alguien. Así que el asunto está más que tenso.

En los mentideros sonaba el nombre de Pedro Castro como posible candidato a la presidencia de la Comunidad de Madrid. Castro ha sido claro al desmarcarse: Yo no voy a estar. Además, considera que la presencia de Tomás Gómez es un dos por uno, es decir, que apoyará a Gómez en todo. Tanto que en la mañana de este miércoles ha alabado que Gómez dejara su alcaldía con el 70% de los votos. Ha dejado la estabilidad del ayuntamiento por un sueño, una ilusión. Tanto se descarta que ni siquiera ha aprovechado para hacer sangre sobre Esperanza Aguirre ahora que el Gürtel le ha salpicado: No quiero recuperar el pasado.

Sobre la posibilidad de que De la Vega, Rubalcaba, Jiménez o Corredor recalen en las candidaturas madrileñas, Castro lo desaconseja. Si miramos la experiencia del pasado, no deberíamos repetir. La verdad es que la experiencia de Sebastián no fue especialmente positiva.