No son buenos los resultados de Telefónica durante el primer semestre del año. El resultado cae un 16% y el beneficio por acción un 16%. Eso sí, el resultado operativo, el de la actividad, les crece un no desdeñable 3,7% para los tiempos que corren. Además, el coste financiero se reduce un 7,1%. Sin embargo, resulta preocupante la caída del patrimonio neto, nada menos que un 17%, con una financiación ajena estabilizada porque eso supone un aumento del apalancamiento que no es lo razonable en estos tiempos.
El mayor deterioro de la cuenta de resultados radica en los números de sociedades asociadas y en el fuerte crecimiento de las amortizaciones. Probablemente, porque están amortizando aceleradamente instalaciones de telefonía fija que van cayendo en desuso.
Por lo demás, César Alierta reunió el pasado lunes 25 a directivos de todo el mundo en el Distrito C. Prepara un cambio de estrategia que conlleva de guerra de precios, al menos en el mercado europeo. Se impone la táctica conservadora, mejor perder cuota de mercado que perder dinero. Ahora toca creer en los llamados servicios de valor añadido. Lo malo es que todas las operadoras están en la misma línea y Telefónica tiene unos costes de estructura superiores a cualquier otra. Y no olvidemos que Telefónica de España se va a comer este ejercicio el coste del ERE de 6.300 trabajadores.
Eulogio López
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