Se lo preguntaron hace pocas semanas en el Congreso. Desmintió el "rumor" que apuntaba a la subida de los impuestos especiales. Pero este jueves se aprueba. ¿Por qué el cambio de posición? "Las subidas de impuestos especiales no se anuncian, se aprueban", responde Salgado a Hispanidad. Aclarado. "Es para evitar el acaparamiento". Vale.
La subida que Salgado califica de moderada, no está mal. En el caso de hidrocarburos, la gasolina se queda en 1,03 euros. Para el tabaco, la cajetilla más cara pasa de 3,10 a 3,29. Salgado se escuda en que en todo caso será más barato que en Francia y Portugal, países frontera. Mal de muchos.
Pero lo mejor viene cuando lo justifica con el nuevo modelo económico. Claro que posteriormente termina reconociendo que ayuda a cuadrar las cuentas públicas.
En cualquier caso, la ministra antivicio -fue la redactora de la ley contra el tabaco- y pretendió también reducir el consumo del vino: casi fue el final de su carrera política.