No se conforma con el 8%, como propone Manuel Manrique (en la imagen). La china Sinopec es el candidato mejor colocado pero se lo toma con calma. El fondo soberano de Qatar también está en la carrera. Por contra, Petrobrás y Ecopetrol ya han dicho que no les interesa, al igual que los indios de Essar

Lo tiene difícil el presidente de Sacyr, Manuel Manrique, para que la banca le acepte su plan de refinanciación del crédito (saldo vivo: 4.893 millones de euros) con el que la constructora compró el 20% de Repsol. La oferta que adelantara Hispanidad proponía que el acuerdo se firmara el lunes 12, antes del vencimiento (21 de diciembre) y Sacyr aceptaba que se triplicara el tipo de interés (del 1,2 al 3,5%) para alargar el crédito hasta el 2015 con tal, eso sí, de que se le permitiera vender el 8% de Repsol. Pues bien, los bancos no sólo se niegan a facilitar un crédito puente: sólo aceptan que la venta se produzca como fecha límite el 31 de marzo y, además, elevar hasta el 10% el paquete enajenado.

Por eso, la venta que monitorizan Santander y Lazard se complica aún más.

Un 10% vale ahora 2.800 millones de euros pero Sacyr pretende una prima además de que deberá contar con la aprobación de Repsol si el comprador pretende entrar en el Consejo (y si no entra en el Consejo no hay prima). Aunque se ha hablado de los indios de Essar, lo cierto es que no pueden afrontar esa inversión y, además, su visita a México no fue para pedir permiso a Pemex sino para reforzar el suministro de Pemex a estas empresas.

La brasileña Petrobrás y la colombiana Ecopetrol tampoco están interesadas. El principal candidato a comprar el paquete del 10% de Repsol siguen siendo los chinos de Corporación Petroquímica de China (Sinopec), socios de Repsol en Brasil. Eso sí, a los chinos no les vengas con prisa: desde luego no estarían dispuestos a firmar nada antes de la fecha de vencimiento del crédito. Pero sí podrían ser aceptados por Antonio Brufau en el consejo de Repsol.

El otro candidato es Qatar. Su fondo soberano ya posee el 6% de Iberdrola, pero no le hace ascos a entrar en el capital de la mayor petrolera española.

Miriam Prat

miriam@hispanidad.com