Sr. Director:
El P. Marcial Maciel, que fundó lo que hoy conocemos como Movimiento Regnum Christi y Congregación de los Legionarios de Cristo en 1940, cuando era tan sólo un seminarista en México, ha sido atacado sucesivas veces (décadas de los 50 y 90) por miembros de la curia mexicana y ex-legionarios. Las acusaciones eran de morfinómano (trabajaba mucho y dormía poco), moderno (los seminaristas futuros L. C. jugaban al fútbol de deporte y no con sotana y se bañaban en el mar con bañador...) etc. Las acusaciones de los años 50 ya se demostraron ser en su época falsas y así ratificadas por la Santa Sed. La de los 90 sencillamente se ha preferido que debido a la avanzada edad del acusado (86 años) ya retirado de la Dirección del Movimiento y de la Congregación haya preferido que le mancillen una vez más ant es de que toda la ingente obra desarrollada en estos sesenta años se vea atacada. Es decir, ha preferido sacrificarse, una vez más, él antes que la obra realizada por Dios a través de su persona.
Bajo mi punto de vista, tendría más cuidado a la hora de aceptar juicios temerarios y lanzar calumnias, por si las moscas. El Sto. Padre no ha hecho más que ratificar una fórmula que ha aceptado previamente el P. Maciel. NO HA CONDENADO A NADIE. Por todo ello serían mucho más efectivas las oraciones que el lanzar cajas destempladas así como así.
Grandes carismas en el seno de la Iglesia como son la Compañía de Jesús, el Opus Dei y otros muchos sufrieron o bien ataques o bien juicios como el que aparece en las planas de los periódicos. Recordemos las llamadas al orden por parte de la Suprema a San Ignacio de Loyola, Santa Teresa de Jesús o los juicios similares a éste hechos a santos canonizados por la Iglesia.
Espero haber satisfecho la curiosidad de más de uno. De todos modos pensad que ahora atacan al Regnum, como lo siguen haciendo a la Obra, etc. Es lógico por parte de muchos que no soportan ver el bien que hace la Iglesia a través de los carismas que suscita el Espíritu Santo. Como le vino a contestar Don Quijote a Sancho Panza: "Nos ladran Sancho, señal que cabalgamos..."
Finalmente, a pesar de los muchos argumentos que pueda dar aquí y la página oficial del R. C. diré que no hay peor ciego que el que no quiere ver.
Juan Ignacio Vargas Ezquerra
jivargas@wanadoo.es