Tiene capacidad para un centenar de niños y les ofrecerá una merienda-cena
Todas las iniciativas destinadas a la ayuda de los más desfavorecidos son bienvenidas. La última, la de la Asociación Mensajeros de la Paz, fundada y dirigida por el sacerdote católico padre Ángel, que ha transformado parte de su oficina de Madrid en un comedor de beneficencia para niños de entre 2 y 14 años pertenecientes a familias pobres, para ayudarles en su desarrollo y a hacer los deberes.
El comedor social, que estará atendido por voluntarios, tiene capacidad para un centenar de niños y les ofrecerá una merienda-cena. La inauguración contó con la participación de 30 niños acompañados de sus padres o tutores, o en la mayoría de los casos, los abuelos. En la mesa los niños estarán acompañados siempre por un adulto y, si lo desean, podrán favorecerse de la ayuda de los voluntarios en sus tareas escolares.
Una gran iniciativa en tiempos de crisis; y otra más, surgida de la Iglesia católica o de la iniciativa de sus miembros.
José Ángel Gutiérrez
joseangel@hispanidad.com
Los datos del aumento de la pobreza en España se multiplican. Recientemente informamos de que entre 2008 y 2010, Cáritas multiplicó por cuatro el número de respuestas de ayuda económica destinadas únicamente para alimentación: en 2008 distribuyó alrededor de 100.000 ayudas económicas para alimentación y en 2010 alcanzaron casi las 400.000. Asimismo, los servicios de Acogida de Cáritas pasan de atender a 400.000 personas en 2007 a 950.000 en 2010.
Todas las iniciativas destinadas a la ayuda de los más desfavorecidos son bienvenidas. La última, la de la Asociación Mensajeros de la Paz, fundada y dirigida por el sacerdote católico padre Ángel, que ha transformado parte de su oficina de Madrid en un comedor de beneficencia para niños de entre 2 y 14 años pertenecientes a familias pobres, para ayudarles en su desarrollo y a hacer los deberes.
El comedor social, que estará atendido por voluntarios, tiene capacidad para un centenar de niños y les ofrecerá una merienda-cena. La inauguración contó con la participación de 30 niños acompañados de sus padres o tutores, o en la mayoría de los casos, los abuelos. En la mesa los niños estarán acompañados siempre por un adulto y, si lo desean, podrán favorecerse de la ayuda de los voluntarios en sus tareas escolares.
Una gran iniciativa en tiempos de crisis; y otra más, surgida de la Iglesia católica o de la iniciativa de sus miembros.
José Ángel Gutiérrez
joseangel@hispanidad.com
