El caso es que Griñán considera que no hay margen para rebajar cinco punto, que eso sería una estocada en el Pacto de Toledo. Además, apunta a que esa reivindicacón máxima "hay que meterla en su contexto". Es decir, en un contexto de envejecimiento salvaje. Estamos a más de medio punto de la tasa de reemplazo. Y eso deja una semblanza irreversible. O dicho de otra manera, el invierno demográfico de los últimos años -apenas corregido levemente por la inmigración- nos coloca en una situación de envejecimiento poblacional peligroso. Y así lo señalan los informes de la Comisión Europea.
Por eso Griñán, más modesto, considera que no es adecuado rebajar ahora las cotizaciones sociales y considera sin embargo que la oferta del Gobierno sí es sostenible: medio punto de las mutuas y un punto durante uno o dos años de rebaja adicional, pero reversible. No le termina de convencer, pero lo encuentra aceptable.