• La petrolera nunca ha aceptado vender ni el 7,5 ni el 15%, pero ahora está dispuesta a vender hasta el 29,9%.
  • Con ello conseguiría la prima de casi-control y sin tener que lanzar OPA.
  • La ruptura entre la petrolera y Caixabank no es definitiva dado que está permanecerá como primer accionista de Repsol.

De puertas afuera, en Gas Natural Fenosa nada dicen pero lo cierto es que se preparan para dos cosas: para la entrada en vigor de la nueva reforma energética del ministro de Industria, José Manuel Soria, ahora en tramitación parlamentaria, y para la salida de Repsol de su accionariado.

Por lo que respecta a lo primero, el presidente, Salvador Gabarró (en la imagen) tiene claro que el negocio en España ha dejado de ser negocio y que hay que invertir fuera. Respecto a lo segundo, una vez se ejecute la venta de la división de Gas Natural Licuado de Repsol a Shell, los lazos entre petrolera y gasera empiezan a ser más débiles en materia de negocio, por no decir inexistentes.

Además, ni Caixabank (37%) ni Repsol (30%) están dispuestos a atender la petición del Gobierno de fusionar petrolera y gasera para evitar que entre algún socio no deseado en empresas estratégicas.

Y es más, la idea de Repsol no es vender ni el 7,5% de Gas Natural Fenosa, como en su momento solicitó Caixa, ni el 15% como se ha publicado. La idea es vender el paquete completo, el 29,9% para ser exactos. Con eso, se podría conseguir una prima de control -más bien de semi-control, porque Caixa seguiría siendo el primer accionista- en la frontera misma de la obligación de lanzar una opa.

En cualquier caso, aunque se produzca esa venta la idea de Caixabank es permanecer como primer accionista de Repsol    

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com