El culebrón es largo. Probablemente empezó en el mismo momento en que el empresario jamonero andaluz, José Enrique Rosendo decidiera ponerse en contacto con Joaquín Vila para montar un periódico. En medio, actuó de intermediario Rafael Ansón, el gran hombre de las relaciones públicas madrileñas.
Las relaciones entre Rosendo y Vila nunca fueron buenas. Principalmente, porque aunque Rosendo firmó un documento en el que se comprometía a asumir los criterios del director, en la práctica trató de participar activamente en la labor de redacción, despreciando la labor de los periodistas, señalan fuentes del periódico. Como quiera que Vila es un hombre al que no le gustan las intromisiones, la tensión se elevaba por momentos. Uno de los hitos fue la negativa de la redacción a publicar un reportaje propuesto por Rosendo sobre la inmigración en un sentido más bien xenófobo, según señalan fuentes de la redacción.
Rosendo, que en su momento presumía de ser patrono de la Fundación Francisco Franco, comenzó su critica a Vila y su equipo por entender que el fracaso que estaba cosechando Ahora obedecía a la línea ideológica. Vila le contestaba que el problema estaba en otra parte, porque Jiménez Losantos no tiene problemas de publicidad. El problema de fondo es que la responsable de publicidad, Lola Perdiguero, no alcanzó los objetivos.
Por la razón que fuera, la gasolina se acababa, a pesar de lo cual, el periódico salió hasta que se acabó el papel, a mediados de julio. Entonces, toda la plantilla se fue de vacaciones. Pero a su regreso, muchos se encontraron un burofax fechado el 21 de agosto anunciándoles el despido. En el paquete de los despedidos se encuentra el director, Joaquín Vila, y el subdirector, José Antonio Fuster, además de los redactores de Sociedad, Madrid, y Cultura, maquetador y fotógrafo.
La redactora jefe, Alejandra Ruiz Hermosilla, también se encuentra entre las despedidas, aunque formalmente no han podido comunicárselo debido a su embarazo. En cuanto al jefe de cierre, Pablo Losana, fue readmitido verbalmente tras haber sido despedido el mismo 21 de agosto. Curiosamente, la redactora de Nacional permanece en su puesto. También permanecen Internacional, Deporte y todos los becarios del anterior equipo
Con la plantilla menguada, Rosendo explicó a la redacción que la empresa había realizado una ampliación de capital en la que participarían al 50% el grupo editor de Cambio 16 y él, reservándose para sí la gestión del periódico. No habrá ampliación de plantilla, al menos, no de momento, salvo el nuevo director, Francisco Caparrós, proveniente de Cambio 16, un hombre prosocialista, que encaja mal con el proyecto inicial de Ahora. Por cierto, que resulta curioso que Caparrós siendo el director ocupe el despacho del subdirector.
Con estos mimbres y los apoyos de las delegaciones de Cambio 16 en Barcelona, Bilbao, etc. Rosendo pretende reeditar el periódico con la misma cabecera, pero diferente orientación. Dejará de ser un periódico con intencionalidad política para ser un diario blanco al modo del Qué!. La ventaja competitiva sería la conservación de su naturaleza de vespertino, con la que Rosendo pretende dar viabilidad al proyecto.
Mientras tanto, Vila trabaja estos días para buscar inversores con objeto de lanzar un nuevo diario. Según nuestras fuentes, el ex director de Ahora tendría fondos suficientes para lanzar un semanario ya, aunque quizás prefiera esperar para nacer como un diario. En todo caso, siempre en formato de papel. La estructura de una pequeña editorial en Alcobendas con su equipo comercial puede ser el embrión de un nuevo proyecto. Suerte.