Iceta es vasco hasta la médula pero, sobre todo, comulga al 100% con la ortodoxia católica

Eusko Alkartsuna recibió al nuevo obispo de Bilbao, Miguel Iceta, con un juicio categórico: Conecta poco con la sociedad vasca. Horas después, el PNV recuerda al nuevo prelado, con espíritu fraternal y ciertamente misericordioso, que espera sepa valorar la diversidad de la diócesis que es lo que más preocupa a Iñigo Urkullu y compañía. En la misma línea que el párroco de Lasarte para quien existen dos tipos de iglesia. Lo cual es muy cierto: la Iglesia de los que creen en Cristo y la de los que no creen.

Pero lo mejor ha venido de Deia, el órgano oficial del PNV. Ojo al dato: El Vaticano toma el control de la Iglesia Vasca. Y claro, esto no puede ser, si la cúpula de la jerarquía católica, es decir, el Vaticano, toma el control de una Iglesia católica, estamos perdidos. Lo lógico es que al obispo de Bilbao le nombrara el Euskadi Buru Batzar (EBB), masivo órgano de dirección del PNV, previa consulta a la Asamblea del clero bizcaitarra, con b de Bilbao.

Naturalmente, Miguel Iceta es vasco hasta la médula y su segundo apellido es Gavicagogeascoa, natural de Guernica. Ni que decir tiene que el problema que los nacionalistas vascos sienten con el recién nombrado (obispo auxiliar de Bilbao, es decir, gran conocedor de la diócesis) estriba en que es un obispo ortodoxo, no es que sea poco vasco.

Ya lo dijo el ex lehendakari José Antonio Ardanza, cuando la prepotencia extranjera, es decir, el Vaticano, nombró al tal Blázquez: Después de esto, no va a quedar ningún vasco con  fe. Y ya lo dijo René Goscinny: Esto de que los dioses se comporten como si fuesen amos tiene que acabarse.

Andrés Velázquez

andres@hispanidad.com