Según la vicepresidenta de la Generalitat, Joana Ortega, "no se puede pedir lo que se sabe que no se puede llegar a cumplir"
Según ha explicado Ortega, el gobierno regional catalán ya ha sido austero en las cuentas para este año teniendo en cuenta "el gasto al que puede hacer frente" y dejando el déficit en un 2,6% y ha asegurado que seguirán tomando medidas de ajuste para las cuentas de 2012. "No se puede pedir lo que se sabe que no se puede llegar a cumplir" y ha añadido que "el Gobierno catalán ha hecho un gesto de responsabilidad consciente del gasto al que puede hacer frente".
De esta manera, queda patente una vez más la escasa autoridad del Ejecutivo de Zapatero para con las comunidades autónomas. Y también conviene recordar a la Generalitat -presidida por Artur Mas desde finales de 2010- que, seguramente, aún podrían ser más austeros si quisieran, recortando muchos de los gastos superfluos en que incurren las regiones (también el Estado central, por supuesto). Porque entre unos y otros, el déficit sigue desbocado, lo que repercute en la confianza en nuestra economía de cara al exterior y, sobre todo, da muy mala imagen de unas administraciones irresponsables con el dinero de los ciudadanos.
José Ángel Gutiérrez
joseangel@hispanidad.com
Continúan las disensiones entre Gobierno central y comunidades autónomas en torno a la cuestión del déficit. Hoy ha sido la Generalitat de Cataluña la que, por boca de su vicepresidenta, Joana Ortega, ha dicho que no puede cumplir el déficit puesto por el Ejecutivo, de un 1,3% del PIB para 2011.
Según ha explicado Ortega, el gobierno regional catalán ya ha sido austero en las cuentas para este año teniendo en cuenta "el gasto al que puede hacer frente" y dejando el déficit en un 2,6% y ha asegurado que seguirán tomando medidas de ajuste para las cuentas de 2012. "No se puede pedir lo que se sabe que no se puede llegar a cumplir" y ha añadido que "el Gobierno catalán ha hecho un gesto de responsabilidad consciente del gasto al que puede hacer frente".
De esta manera, queda patente una vez más la escasa autoridad del Ejecutivo de Zapatero para con las comunidades autónomas. Y también conviene recordar a la Generalitat -presidida por Artur Mas desde finales de 2010- que, seguramente, aún podrían ser más austeros si quisieran, recortando muchos de los gastos superfluos en que incurren las regiones (también el Estado central, por supuesto). Porque entre unos y otros, el déficit sigue desbocado, lo que repercute en la confianza en nuestra economía de cara al exterior y, sobre todo, da muy mala imagen de unas administraciones irresponsables con el dinero de los ciudadanos.
José Ángel Gutiérrez
joseangel@hispanidad.com