- Al menos en campaña electoral.
- El ex director general del FMI amenaza con hacer saltar al Gobierno si se le continúa persiguiendo.
- Es decir, un serio aviso para Soraya y para su mano derecha, Caracoles.
- Eso sí, Rajoy responde a Rato: puede influir en los tribunales pero no imponer.
- Es decir: te dejaremos en paz pero los sumarios ya abiertos no los podemos detener.
- Pero se actuará sobre la Fiscalía con la ya conocida como técnica Guindos.
Todo un pacto en las alturas entre
Mariano Rajoy y Rodrigo Rato (
ambos en la imagen), los que fueran los dos primeros espadas del PP de Aznar. Como todos los pactos políticos, mira al futuro: la campaña electoral.
En pocas palabras:
Rato le ha dicho a Rajoy que, o el partido deja de perseguirle o hace saltar al Gobierno. Algo así como: sé demasiado de tu pasado turbio, Mariano.
Y don Mariano, el hombre tranquilo que se ha puesto nervioso con la aventura de la legislatura más breve de la democracia, ha dicho que sí.
Por de pronto, esto supone un aviso a
Soraya Sáenz de Santamaría y a su mano derecha, la jefa de Gabinete,
María González Pico, ya conocida en el ambiente pepero por "la caracoles". Rato les sigue acusando de ser ellas quienes propiciaron la persecución mediática, que dio forma a la persecución jurídica, con intervención en su domicilio y en su despacho a golpe de cámara de TV.
Eso sí,
Rajoy ya le ha advertido que un sumario es una bala que se dispara: ya nadie puede devolverla a la pistola.
Por tanto, el Gobierno no perseguirá a Rato pero nada puede hacer con la vida propia que adquieran los sumarios ya abiertos. Como mucho, jugar con la Fiscalía con la estrategia que ya se conoce como técnica Guindos, en referencia a las cuotas participativas de la caída CAM. Sí,
la Fiscalía entró en tromba en la quiebra de la CAM pero se olvidó tocar las cuotas que, casualmente, había preparado Luis de Guindos desde su puesto de Lehman Brothers.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com