• El fundador de la revista porno, Hugh Hefner, no liberó a la mujer, se aprovechó de ella.
  • La mujer que se vende, o simplemente se exhibe, a cambio de una contraprestación económica, se convierte en una esclava sexual.
  • Y si se vende o exhibe su intimidad sin contraprestación también se convierte en una esclava, cuando menos de sí misma.
Ha muerto Hugh Hefner, fundador de Playboy. Los medios informativos no se han atrevido a llamarle lo que es: un pornógrafo que utilizó a las mujeres como objeto. Sin embargo, los medios hablan de un campeón de la liberación sexual. Pues no, Playboy no era liberación sexual, era pura pornografía y cosificación de la mujer, tomada como esclava sexual. Incluso aun cuando la mujer se cosifique 'motu proprio' la calificación no cambia. La mujer que se vende, o simplemente se exhibe, a cambio de una contraprestación económica, se convierte en una esclava sexual. Y si se vende o exhibe su intimidad sin contraprestación también se convierte en una esclava, cuando menos de sí misma. Liberación sexual y pornografía se emplean como sinónimos pero no lo son. El fallecido Hugh Hefner es un repudiable pornógrafo y su obra periodística es un insulto. Punto. Eulogio López eulogio@hispanidad.com