El apagón masivo eléctrico que llevó a negro a la Península Ibérica el pasado 28 de abril ha tenido cierto protagonismo este martes en el Congreso de los Diputados. Y es que Cani Fernández, presidenta de la CNMC, ha comparecido ante la Comisión de Economía, a petición de Vox y del PP. Una cita donde no ha culpado a las renovables y su alta penetración en el mix en el momento del apagón, como sí han hecho la mayoría de expertos, pero también ha aprovechado para amenazar con multas de hasta 60 millones de euros para las empresas responsables.

Cani Fernández (CNMC) comparece en la Comisión de Economía del Congreso de los Diputados

 

¿También en el caso de que la investigación diga que fue Redeia? Veremos. Por ahora, el regulador de la Competencia participa como invitado en la investigación iniciada por el Gobierno, pero también ha puesto en marcha la suya propia. Es más, Fernández ha anunciado que no sólo investigarán lo ocurrido en el sector eléctrico, sino también en el ferroviario y en el de telecomunicaciones.

Fernández explica que el pasado 28 de abril “había un mix de generación habitual para un día de primavera, con una alta penetración de renovables, bastante agua, nucleares operativas y ciclos combinados y una demanda más bien baja”

La presidenta de la CNMC no ha culpado a las renovables (como sí han hecho la mayoría de expertos y hasta la Administración Trump) ni tampoco a la nuclear (como hizo el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez). “La jornada del 28 de abril fue un día de alta producción renovable pero no se registró ninguna anomalía que por sí sola pueda explicar el incidente”, ha señalado. Es más, ha referido que “tal como ya se sabe”, ese día “el mercado continental europeo registró oscilaciones de tensión y caídas de frecuencia antes del incidente en España, factor que se añade a la ecuación de las posibles causas del episodio. También se registraron una serie de desconexiones de generación en el sur de España, que aumentó la frecuencia y provocó desajustes ante los que se activaron los planes de defensa automáticos por la pérdida de sincronismo, y a las 12:24, el sistema colapsó por completo”.

Por si esto no bastara, Fernández ha subrayado que el pasado 28 de abril “había un mix de generación habitual para un día de primavera, con una alta penetración de renovables, bastante agua, nucleares operativas y ciclos combinados y una demanda más bien baja”. Es más, “el sistema español estaba en modo exportación a través todas de las interconexiones en el momento del incidente”, ha añadido.

Veremos qué concluyen las investigaciones, pero desde luego conviene esperar sentados los resultados... porque tardarán meses.