
Presidente, deje de impartir mítines en las felicitaciones navideñas y en los discursos ante los cascos azules españoles
Mensaje de Navidad de Pedro Sánchez, bueno, según él no de Navidad sino de fin de año: el presidente del Gobierno hablo de "fiestas", sin citar ni una sola vez la palabra Navidad.
Sánchez se empeñó en plantear una felicitación 'diversa' que es lo propio de las mentes diversas: estés con quien estés, bailes con quién bailes, recibas los regalos en diciembre o en enero...
Sánchez a los militares españoles en el exterior: sois los defensores de un orden multilateral: no da puntada sin hilo
Presi: si usted felicita la Navidad aténgase a lo que significa la Navidad, que no es otra cosa que la celebración del nacimiento del Dios encarnado, principio de la redención del género humano.
Y si usted, don Peter, no cree ni en la re-encarnación ni en la redención, no felicite las navidades y en paz. ¿Por qué no lo hace? Pues porque, más pagado de sí mismo, Sánchez tiene más sentido del ridículo que sus socios comunistas... pero también es menos sincero que ellos.
En cualquier caso, lo que está claro es que ni en Navidad desaprovecha el presidente del Gobierno para ofender a los católicos y para soltar su doctrinita progre.
Al tiempo, en su reunión navideña, por videoconferencia, con las fuerzas militares españolas presentes en el exterior, bajo bandera de Naciones Unidas, les dio otra doctrina a los soldados destacados fuera de nuestras fronteras: sois los defensores del orden multilateral.
Pues no, son los defensores del Occidente libre, que es un orden unilateral, que se enfrenta al otro orden, el socialista, regido por los BRICS sobre todo por China, India y Rusia, que no son regímenes democráticos.
El multilateralismo, tal como lo presenta Sánchez es dar cinco minutos a los nazis y cinco a los judíos, en nombre del pluralismo, la multilateralidad y la democracia.
Y contarles esto a los militares es confundirles o cabrearles... incluso ambas cosa a la vez. En todo caso, deje de impartir mítines en las felicitaciones navideñas y en los discursos ante los cascos azules españoles. Deje de decirles que son una muestra que aumenta la confianza de nuestros aliados. Ellos puede, pero usted, señor Sánchez, usted no despierta confianza alguna en nuestros aliados ni europeos ni, aún menos, americanos.











