
En el Congreso de los Diputados, este miércoles se ha vuelto a hablar del apagón masivo eléctrico que puso a la Península Ibérica a oscuras el pasado 28 de abril. En esta ocasión, y tras acudir a varias reuniones del Comité de análisis de las circunstancias que concurrieron en la crisis de electricidad de dicho día, Sara Aagesen ha descartado que hubiera un “ciberataque en Red Eléctrica” y ha situado el inicio del apagón en Granada, Badajoz y Sevilla, pero sin detallar en qué tipo de instalaciones.
Ya saben que la mayoría de expertos y hasta la Administración Trump han culpado a las energías renovables, algo que no se atrevió a hacer la presidenta de la CNMC, CaniFernández, pero sí a amenazar a las compañías responsables con multas de hasta 60 millones de euros. La vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico tampoco ha culpado a la eólica o a la fotovoltaica, pero basta ver las tres provincias citadas para comprobar que tampoco fue responsable la nuclear porque en ninguna de ellas hay una central nuclear. Por tanto, vuelve a quedar claro que PedroSánchez azuzó el caos informativo al referir que las nucleares “lejos de ser una solución, han sido un problema”, y no tuvo reparos en verter bulos y mentiras contra esta energía que es la segunda fuente de electricidad de nuestro país y lo hace sin emitir CO2, provocando sonoros zascas y la respuesta de Ignacio Araluce, presidente de Foro Nuclear (asociación que agrupa a la industria nuclear española).
“No hay indicios de ciberataque en Red Eléctrica”, ha señalado Aagesen desde la tribuna en la Cámara Baja. De esta forma, ha descartado el ciberataque, en línea con lo apuntado desde Redeia (matriz de Red Eléctrica), aún cuando el propio Sánchez no lo descartaba el día después del apagón. Aagesen también ha detallado que hubo “dos oscilaciones previas de 30 minutos antes” del famoso apagón y que se dieron “tres pérdidas consecutivas de generación”... y “no se logró detener la caída del sistema”.
Desde el Departamento que lidera Aagesen, a través de Telegram, se ha enviado la cronología que ha expuesto en el Congreso de los Diputados. A continuación la reproducimos:
Poco después de superar las 12:30 horas la demanda del sistema peninsular español era de 25.184MW, una demanda baja pero razonable teniendo en cuenta la temperatura (suave), el día (lunes) y la hora (valle del mediodía).
Había aproximadamente 3 GW de consumo de bombeo (centrales hidráulicas reversibles que estaban aprovechando los bajos precios solares para bombear agua al embalse superior que pudiera ser turbinada para generar electricidad en momentos posteriores).
Pocos minutos después de las 12:30, se inicia un proceso de pérdidas de sucesivas de generación que, hasta el momento, consta de tres eventos identificados con más claridad:
* Evento 1: 12:32:57. Pérdida de generación en una subestación en la provincia de Granada.
* Evento 2: 12:33:16. Unos 19 segundos después de la primera pérdida de generación, se produce otro evento similar, esta vez en la provincia de Badajoz.
* Evento 3: 12:33:17. Unos 20,3 s después de la primera pérdida de generación, esta vez en la provincia de Sevilla.
La suma de los tres eventos y según las estimaciones actuales del Operador del Sistema (o sea, de Redeia), hasta este momento se acumulan un total de un poco más de 2,2 GW de pérdida de generación en esos 20 segundos.
Inmediatamente después, arranca una fase de desconexión de generación en cascada por sobretensión.
Junto a esta pérdida de generación a mayor escala, se produce una pérdida de sincronismo entre el sistema peninsular y el continental. Esta pérdida de sincronismo hace que se activen protecciones correspondientes en la interconexión, aislando así el sistema eléctrico peninsular del resto del sistema europeo.
A las 12:33:20, la bajada de frecuencia cruza el primer umbral de deslastre de bombeo, los 49,5 Hz (Hertz), según el mejor conocimiento disponible.
Al seguir registrándose pérdida de generación, la frecuencia continúa bajando y, según la información a disposición, se activan los sucesivos escalones de deslastre (segundo de bombeo, y umbrales de demanda) en un reducido espacio de tiempo.
A las 12:33:22 se activa el sexto de demanda, último escalón. Sin embargo, ninguno de estos procesos logra detener la caída del sistema, finalmente, este alcanza el cero peninsular.
En el análisis de las causas elaboradas hasta ahora, se puede descartar que no se trata de un problema de cobertura, tampoco un problema de reserva, ni un problema del tamaño de las redes.
Tampoco se han hallado indicios de que el operador del sistema, Red Eléctrica, haya sido objeto de ciberataque.
A la vista de esta cronología, parece claro que con la investigación emprendida hasta el momento (por mucho que Pilar Alegría, ministra portavoz y titular de Educación y Formación Profesional, refiriera el pasado martes 13 en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros que hay miles de millones de datos que mirar), el apagón no se debió a un ciberataque... sino más bien pérdidas de generación que empezaron en Granada, Badajoz y Sevilla; y pérdida de sincronismo. Todo esto podría hacer bastante factible que la causa fuera la excesiva generación renovable presente en el mix y que las tecnologías que dan firmeza al suministro (la nuclear, el ciclo combinado de gas y el bombeo) no pudieron hacer frente a las oscilaciones ni la bajada de frecuencia... y se cayera el sistema, sin remedio.