Sería ridículo decir que Jordi Gual no ha perdido con la fusión entre Caixabank y Bankia. Es evidente que ha perdido, nada menos que la Presidencia de Caixabank, aunque no fuera ejecutiva. 

Regresa, aunque no lo abandonó nunca, a su puesto como profesor del IESE. Sin embargo, seguirá ligado por dos vías a Caixabank. La primera, adelantada por Hispanidad, con la conservación de su cargo como consejero de Telefónica en representación de Caixabank, que posee un 5% de la operadora. La segunda, confirmada este viernes, la presidencia de VidaCaixa que, a lo tonto a lo tonto, no deja de ser la primera compañía de seguros de vida de España. No es presidencia ejecutiva pero es presidencia.

Seguirá en la vicepresidencia Tomás Muniesa, uno de los grandes artífices del crecimiento de la aseguradora y, como primer ejecutivo, el que ahora lo es, Javier Valle.

Por lo demás, aún queda por 'colocar' a Pepe Sevilla, que a lo mejor no quiere recolocarse pero, en cualquier caso, sorprende lo desaparecido que anda.