Este lunes, hemos asistido a un nuevo fracaso de las euroórdenes (¡menos mal que eran para cuestiones urgentes y automáticas!) contra el expresidente catalán Carles Puigdemont y los exconsellers Toni Comín y Lluís Puig. Y es que la Justicia belga ha aplazado su decisión hasta el próximo 3 de febrero, pues quiere esperar a que el Tribunal de Justicia de la UE (TJUE) se pronuncie sobre la supuesta inmunidad de Puigdemont y Comín como eurodiputados electos pero no consolidados.

A pesar de que Puig no se presentó a las elecciones al Parlamento Europeo y de que solo está acusado de delito de malversación, el juez belga ha estimado mantener las tres causas unidas. Ojo, porque el fallo que el TJUE tomará el próximo jueves sobre Oriol Junqueras podría sentar precedente para el caso de Puigdemont y Comín, ambos acusados de delitos de sedición y malversación.

Estamos ya ante la tercera euroorden que pesa sobre el expresidente catalán, la cual fue reactivada a mediados del pasado octubre. La Fiscalía de Bruselas avala que sean entregados a España, pero el juez les ha dado una nueva concesión, a la espera del TJUE. Recuerden que la primera euroorden contra Puigdemont se emitió el 3 de noviembre de 2017, días después de que huyera de España, por parte de la jueza de la Audiencia Nacional Carmen Lamela. Sin embargo, un mes después fue retirada por parte del magistrado del Tribunal Supremo (instructor de la causa del ‘procés’) Pablo Llarena, quien ha procedido a lanzar nuevas euroórdenes, a retirarlas y a reactivarlas a lo largo de estos más de dos años.