Su Majestad el Rey Felipe VI está llevando su laicidad al borde mismo del ridículo. Por ejemplo, con la felicitación navideña del presente año. La Familia Real ha elegido como escenario Covadonga y, tratándose de un crisma pascual, no parece la Santina, la advocación mariana venerada por los asturianos en los Picos de Europa desde hace siglos. No aparece la Basílica ni la cueva con la imagen de Nuestra Señora.

​A pesar de los desplantes de Moncloa, Felipe VI ha heredado de su padre la obsesión por el favor socialista

Eso sí, los cuatro miembros de la Familia Real aparecen adorando al dios Pan. Se nos muestra el bellísimo espectáculo de los lagos del Parque Nacional de Covadonga. Y se trataba, insisto, de una felicitación navideña. Al borde mismo del ridículo.

Y ya se sabe que el rasgo distintivo de Pedro Sánchez es la cristofobia

Felipe VI ha heredado la obsesión de su padre, el Rey Juan Carlos I, por ganarse el favor del PSOE. Los Borbones simpe han considerado que la derecha tenía que estar con ellos (a lo mejor empiezan a estar en un error) porque no tenían otro remedio que apoyarles incluso en sus peores momentos, incluso en medio del escándalo. Por el contrario, la izquierda no.

Y como ya sabe que la actual izquierda capitaneado por Pedro Sánchez es antes que ninguna otra cosa, cristófoba; se trata de no irritarle.

Y esto, a pesar de los continuos desplantes de Moncloa.