• Increíble, porque todavía estamos a mitad de la instrucción y Bankia aún no ha presentado su contrainforme.
  • Pero en Economía se temen lo peor. Ni confían en el juez Andreu ni en un estamento judicial dispuesto a condenar a cualquier banquero para ganarse el favor del público.
  • Lo malo es que cuando el Estado pierde pagamos todos los españoles. Y la factura de Bankia no tendría por qué incrementarse más.
  • Esta forma de hacer es otra manera de sentar jurisprudencia.
  • Y todo esto después de que Josep Oliu, y luego Isidro Fainé, aclararan que ellos no demandarán a Bankia porque asumen sus aciertos y sus errores de inversión.

Bankia había anunciado ya la presentación de resultados para el próximo lunes, 2 de febrero, pero ha decidido dar marcha atrás hasta que el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) explique cómo se repartirá el coste de posibles las demandas de los accionistas. Y paralelamente, como informaba Hispanidad esta misma semana, el presidente de la entidad José Ignacio Goirigozlarri  (en la imagen) ha metido prisa a su equipo de asesores para que terminen el contrainforme de la entidad sobre la salida a bolsa de Bankia (la entrega está prevista para mediados de febrero), que será la respuesta al otro polémico informe, el de los peritos del Banco de España, Busquets y Nogueras, que pidió el juez del caso Fernando Andreu. Y ahí está el nudo gordiano del asunto: si se lleva a efecto ese informe, el sobrecoste para las arcas públicas (o los que es lo mismo, para el FROB) podría llegar a los 5.000 millones de euros. Y si no es el FROB quien lo afronta y tuviera que hacerlo Bankia en solitario, los apuros para la entidad están servidos.

Conclusión: como el FROB no se ha pronunciado al respecto, Bankia decide esperar y aplazar la presentación de sus resultados. Tiene tiempo para ello: las empresas cotizadas pueden presentar sus cuentas hasta finales de febrero.

El trasfondo de la cuestión está en el clima judicial y social creado para 'castigar' a los bancos, tendencia a la Bankia no es ajena y tampoco el ministro de Economía, Luis de Guindos, que ha optado por un "perfil bajo" porque el 'caso Bankia' parece la referencia ciudadana anti-banca y estamos en un año marcado indefectiblemente por las elecciones, que el PP quiere ganar con los medios que sea.

En las reclamaciones presentadas por los inversores particulares, los jueces están fallando a favor de las reclamaciones. Y a ellos se podría unir los inversores instituciones, aunque en este caso, a diferencia del de los particulares -con menos conocimiento financiero-, será difícil probar que fueron engañados durante la salida a bolsa. El presidente del Banco Sabadell, Josep Oliu, explicaba este jueves en ese sentido que en este tipo de operaciones siempre actúan como socios institucionales y que, como tales, son "plenamente responsables de las pérdidas y ganancias". En otras palabras, sabían lo que hacían y perdieron.

Una cosa está clara: la cascada de demandas y reclamaciones seguirá. Los bufetes de abogados o asociaciones como Ausbanc están haciendo su agosto con estos casos y hasta se anuncian en los periódicos con costosas (y rentables) campañas de publicidad. Y todo eso, naturalmente, tiene un coste para la reputación de cualquier entidad. En el caso de Bankia se añade además que está en pleno proceso de saneamiento para su posterior privatización. Es precisamente eso lo que pretende combatir Goirigolzarri con su contrainforme sobre la salida a bolsa.

Y es que los jueces son tan prisioneros de la su vanidad social como cualquier otro sector corporativo. Saben que cualquier condena a un banquero, independientemente de su ecuanimidad, será aplaudida por las masas, deseosas de colgarles de un palo en la Puerta del Sol. Por ejemplo, Fernando Andreu ha hecho suyo el informe de los peritos enviados por el Banco de España a pesar de sus más que discutibles interpretaciones. En cualquier caso, los banqueros afectados, Josep Oliu e Isidro Fainé, insisten que si alguien hace una oferta sobre una OPV y alguien acude, asume la responsabilidad de perder o de ganar. Dicho de otro modo, que no hacen bueno el argumento de que "usted, Bankia, me engañó y ahora tendrá que indemnizarse". Nadie les obligó a invertir. 

Por otra parte, resulta curioso que el FROB, es decir, el Ministerio de Economía que comanda Luis de Guindos, ceda en el periodo de instrucción. Al parecer, en el Banco de España, en el Ministerio de Economía y en el FROB se han olvidado de que cuando el Estado pierde un pleito sobre un banco nacionalizado y ayudado, y se ve obligado a poner más dinero, lo pagamos todos los españoles… Porque estamos hablando de dinero público. 

Rafael Esparza

rafael@hispanidad.com